La Piazza Navona es una de las plazas más encantadora de Roma y una de esas plazas que casi todo el mundo conoce. La forma ovalada de la plaza tiene su origen en un antiguo estadio construido el año 86 d.C., el Circo Agonalis donde los romanos venían a disfrutar de los juegos.
Son tres las fuentes que hay en la plaza. La que hay situada en el centro de la misma es obra de Bernini y se llama la Fontana dei Quattro Fiumi o Fuente de los Cuatro Ríos en castellano, una foto junto a ella es casi obligada. Las otras dos son obra de Giacomo Della Porta y se encuentran ubicadas a los dos extremos de la plaza, una es la Fuente del Moro y la otra la Fuente de Neptuno.
La plaza es lugar idóneo para pasear y disfrutar del ambiente de la ciudad, tomarse un helado sentado en alguno de sus bancos observando a los pintores como acaban sus cuadros como si estuviéramos en la Place du Tertre de París. Son muchos los restaurantes que encontraremos, pero si buscamos en las calles que dan a la plaza encontraremos varios donde poder comer o cenar a buen precio.
En navidad se monta un mercado en la plaza de productos típicos navideños y junto a toda la iluminación se convierte en una de las estampas más bonitas de la navidad romana. Aunque esta plaza es realmente maravillosa durante todo el año y vale la pena sentarse en algunos de sus cafés y contemplar el ir y venir incansable de los turistas.