Maclein y Parker publicó el 17 de diciembre 2016 la primera novela del autor sevillano José Antonio Millán Márquez
La piel del mar cuenta la historia de un verano, de un reencuentro con amigos de la juventud, y de cómo nos enfrentamos al rumbo que ha ido tomando nuestra vida.
Además de los personajes protagonistas, la presencia del mar es uno de los pilares de la historia. “El mar representa la infinitud, todo aquello que es más grande que nosotros mismos, que nos abarca y nos envuelve, y que puede ser tanto un manto protector como una amenaza. El mar es el tiempo, es la propia vida. Por eso he querido que estuviera presente en cada escena“, afirma el autor. Además, durante el verano que acompañamos a Santiago, él está leyendo La Odisea: “En mi novela el mar es también homérico, no una pincelada de azul al fondo de una fotografía, sino un ser con voluntad que contempla, alternando crueldad, indiferencia y compasión, la tragicomedia que se escribe a sus pies“.
La piel del mar reflexiona sobre las decisiones que vamos tomando en la vida y cómo estas elecciones, y también lo que dejamos atrás, van construyendo lo que somos. “Hay momentos vitales que son una bifurcación, un cruce de caminos. Mientras construimos al yo que somos, van quedando atrás todas aquellas versiones de nosotros mismos que pudimos ser. No del todo, pero viven en nosotros minimizadas, quejándose en voz baja de vez en cuando por nuestro olvido“, explica José Antonio.
Más que una trama sorprendente o una historia trepidante, La piel del mar invita a la reflexión sobre las cosas cotidianas que están en la vida de todos. “La relación con el lector que la novela propone es la de que aquel se reconozca en las emociones, sentimientos y conflictos de los protagonistas. Santiago es un tío normal, que llega a un momento crítico de su vida no porque un comando terrorista secuestre su avión, o vaya a participar en las olimpiadas... Es su vida cotidiana la que no funciona, y todos hemos pasado por momentos así“, destaca su autor.
El autor
Como escritor, ha participado en las antologías Nueve relatos en corto (Los papeles de Aznalqué, 2009) y Antología de relatos (Jamais, 2001), además ha publicado en autoedición el libro Secretos Ibéricos. Relatos, con minúsculas, de lo divino y lo urbano (Bubok, 2013). Le gusta el cine de autor, pero también las películas con cosas que explotan. Sus gustos como lector son muy eclécticos, aunque siempre vuelve a Borges, Millás, Benítez Reyes, Vázquez Montalbán, Muñoz Molina, Murakami o Roger Wolfe.
La editorial
Maclein y Parker lleva en activo desde el año 2014 y Taiga es su colección insignia de narrativa en la que tiene cinco títulos anteriores publicados: la novela Los últimos cien días de Jindra Hertam, de Juan Antonio Hidalgo, y los libros de relatos El corazón en la pupila y otros cuentos, de Pablo Fernández Barba, Leña, de José Pedro García Parejo, Once goles y la vida mientras, de Pablo Santiago Chiquero, y Cuentos Orientales, de Joaquín Dholdan. La colección Mirto, dedicada a poesía, cuenta con dos referencias: Olvidos Vergonzosos, de Alejandro Díaz Castaño, y Las princesas no tienen nombre, de Silvia Rodríguez. Este año, ha inaugurado Clemátide, una colección de textos ilustrados con la obra En las nubes (Retrato de una ciudad), de Daniel Martínez Romero con ilustraciones de Beatriz López Gallego, y el poemario En cuarentena, escrito e ilustrado por Siracusa Bravo Guerrero. Además, con carácter semestral, edita la recolección literaria Telegráfica, antología colectiva donde participan los autores del blog de creación que gestiona la editorial, de algunos de los colectivos literarios más activos actualmente en Sevilla así como otros autores invitados.
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