La piel del tambor

Publicado el 06 junio 2013 por Sonsoles Muñoz Izquierdo
Primeramente decir, que a esta obra llegué de una forma un tanto curiosa. Todo comenzó cuando me dio por leer uno de esos libros que llevan pendientes en la recámara de mis  ejemplares por leer mucho tiempo, "Los tres Mosqueteros" de Alejandro Dumas. La obra me gustó bastante y quedé con ganas de más. Así pues me dio por afrontar "El club Dumas" de Arturo Pérez Reverte, cuyo libro fue mi primer contacto con este autor. Quedé encantada y emocionada con él (tanto libro como escritor), por lo cual decidí continuar leyendo algo de su obra. Echando un vistazo a su bibliografía leí una reseña de este libro que denotaba una diferencia significativa con el que acababa de leer (realmente el estilo de "El Club Dumas" y el de "La piel del tambor" se parecen tanto como un huevo a una castaña). Así pues, fue éste el elegido, un poco por mis enormes ganas de continuar leyendo a Pérez Reverte y el resto por la curiosidad causada con este cambio de tercio."La piel del tambor" igualmente me encandiló desde el principio. Una novela escrita al estilo del más puro folletín detectivesco. Cargada de personajes rocambolescos y curiosísimos, que dotan a la obra de un punto entre sorprendente y divertido. La historia se fragua entorno a Quart, un disciplinado sacerdote, mitad Sherlock Holmes mitad James Bond (incluido el porte galante y apuesto) muy recto con sus obligaciones, que investiga unas incursiones en los ordenadores del Vaticano por un pirata informático. En torno a él amenizan el libro personajes como la seductora aristócrata Macarena Bruner, la disparatadamente imposible vieja duquesa, no sé cuántas veces grande de España que es una experta en informática, o uno de mis personajes favoritos, el viejo toscocascarrabias párroco de la iglesia Príamo Ferro, que está totalmente en contra del derrumbe de Nuestra Señora de las Lágrimas (su amada parroquia) y hará lo posible por impedirlo. En esta historia hasta el trío de malos malísimos es divertido. Este trío de delincuentes esperpénticos y entrañables, que intentan mantener viva la copla española y te hacen incluso, cogerles cariño. 

Sólo hay un pero que le pondría a esta obra. Y por desgracia es un PERO con mayúsculas. Su final. Un final inmerecido para la novela, que roza el absurdo. Señor Reverte, tan buenísima historia no merece para nada que forje su conclusión con una tan grave falta de orientación.Aún así decir que verdaderamente es un libro que me apasionó. Su lectura es cautivadora y te atrapa desde el primer momento. Además de una historia buena, entretenida y con mucha aventura detectivesca, este ejemplar es un homenaje significativo a la ciudad de Sevilla. La describe magníficamente y hace que te apetezca una visita a esta cuna de la copla y el arte. 

Así pues la lectura de "La piel del tambor", dejando a un lado los disparates inverosímiles, está más que recomendada por mi parte.

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