nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos para dormir.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada y en cada canción.
No me di cuenta del momento en que dejé de ser niño, debe ser porque nunca he dejado de serlo, ahora como niño grande me hace feliz ver a los niños más pequeños, disfruto cada palabra nueva que aprenden, me gusta ver como hablan esos ojos grandes que se sorprenden de las cosas bellas, adoro la inocencia y la honestidad de sus mágicos días... esos bebitos que parten apretando tu dedo como su primer reflejo o en esos momentos en que descubren sus manitos, cuando dan sus primeros pasos y cantan felices.
Por ahora nos toca no seguir embarrándola y empezar a besar a los hijos, sobrinos y nietos de las familias... es lo mínimo que se merecen por hacer mejor nuestras vidas, porque así como en su título original l'argent de poche los niños son nuestra alcancía al la esperanza.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Reseña
4.- Página de Truffaut
5.- Trailer
All photos © Hélène Jeanbreau