Quizás, el brote de lo inesperado, de lo que está mucho más allá de la normalidad (cualidad que sabe exprimir Almodóvar), haga que la historia consiga unas conexiones impecables. La belleza de Elena Anaya, la inocencia de Blanca Suárez y la madurez interpretativa de Marisa Paredes, completan un terceto de actrices muy notable. Como siempre, es un film que se necesita ver sin prejuicios. Si lo hacéis, os aportará dos buenas horas de entretenimiento. Os dejo, como siempre, una breve sinopsis:
"Desde que su mujer sufrió quemaduras en todo el cuerpo a raíz de un accidente de coche, el doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, ha dedicado años de estudio y experimentación a la elaboración de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla; se trata de una piel sensible a las caricias, pero que funciona como una auténtica coraza contra toda clase de agresiones, tanto externas como internas. Para poner en práctica este hallazgo revolucionario es preciso carecer de escrúpulos, y Ledgard no los tiene. Pero, además, necesita una cobaya humana y un cómplice. Marilia, la mujer que lo cuidó desde niño, es de una fidelidad perruna: nunca le fallará. El problema será encontrar la cobaya humana". (filmaffinity.com)