La pieza que faltaba (Antonia Romero)

Publicado el 02 febrero 2016 por Montse @almaprendida
Datos técnicos
Título: La pieza que faltaba
Autor: Antonia Romero
Editorial: Autoeditado
Primera edición: febrero de 2016
Sinopsis
Eva, una enfermera y fisioterapeuta, que por culpa de la crisis no encuentra trabajo en la rama sanitaria, acepta un empleo como ayudante de Carmen Grimaldos, una multimillonaria algo excéntrica, copropietaria de una cadena de hoteles, junto con Ander Izarra, su hijastro. Carmen, una vez descubre la valía de Eva para desempeñar cualquier actividad, decide nombrarla gerente, con el único fin de fastidiar a su socio. Ambos mantienen, enquistada en el tiempo, una relación de odios y venganzas.Pero lo que ella no imagina es que esa decisión cambiará su vida, la de su empleada y la de todos las personas de su alrededor.


Autor
Antonia Romero nació en Barcelona en 1.965. Su primera novela, Peso cero (2.007), fue finalista del premio de novela Yo Escribo.La tumba compartidasu segunda novela, fue ganadora de la II Edición del Certamen Literario Imprimátur.Los diletantesLos cambiantes y Los Vampiros Originales son los tres primeros libros de la pentalogía titulada El Quinto Sello.
Los muertos no aceptan preguntas era su última novela publicada.

Opinión personal

En primer lugar, quería pedir perdón por llevar tanto tiempo sin reseñar. Pero estaba esperando para estrenar el año con un post de un libro de una escritora a la que admiro y adoro.
Cuando Toñi me pidió que si podía ser Lectora 00 de su libro no solo me sentí halagada, también me emocioné. Iba a tener en mis manos, por primera vez en mi vida, un libro completamente «virgen», que a lo mejor os parece una chorrada, pero no lo es en absoluto: leer el libro sin que el escritor haya hecho ni una sola corrección es todo un privilegio, porque es cuando realmente entiendes el proceso de creación.
Y como comprenderéis, me faltó tiempo para abandonarlo todo y ponerme inmediatamente con él: quería saber que había salido de ese experimento de «escribir una novela en tres meses». Y aluciné.
Pero también la puse a caldo cuando la terminé: se había cargado dos novelones que tienen autonomía propia con la historia de Carmen, porque hay libros triunfando en el mercado con historias de este tipo, y no hay que «desperdiciar» de esa manera una historia tan maravillosa, aunque espero que me haga caso y algún día la escriba de una manera independiente.
Con esta novela disfruté: reí, lloré, me emocioné, no le falta ningún ingrediente para que las pestañas se nos queden prendidas a sus páginas, y queramos leer y leer hasta conocer el final.
Es posible que algunos, cuando la leáis, la cataloguéis de romántica, pero yo me niego, porque aparte de varias historias de amor, hay muchísimo más: la crisis, envidias, odios enquistados, venganzas... Vamos, lo que a mí me vuelve loca en cualquier novela.
Ambientada en Madrid y en Barcelona, la novela se estructura en veintiocho capítulos titulados (títulos que nos hacen tener una idea de lo que va a tratarse en él) y diecinueve conversaciones por chat, que le dan un punto original a la historia.
Escrita en tercera persona utilizando un narrador omnisciente, siguiendo un orden cronológico lineal, con algunos flashbacks en los que Carmen cuenta su pasado, tiene un estilo natural y directo, pero impecable y muy cuidado, con un ritmo ágil, y una trama muy bien armada, con las historias de todos y cada uno muy bien engarzadas, sin ninguna fisura y sin dejar nada al azar.
Los personajes están muy bien caracterizados y la evolución a lo largo de la novela es brutal, tanto que pasaba de quererlos a odiarlos sin solución de continuidad. Con todas las veces que la he mencionado hasta aquí, ya os habréis dado cuenta de que mi favorito, con creces, ha sido el de Carmen, una multimillonaria octogenaria, excéntrica y con una vida que da para escribir cuatro enciclopedias y hacer dos series de televisión; empecé detestándola con toda mi alma, porque me parecía una ricachona inaguantable, y terminé adorándola, porque comprendí que sus malos modos y sus reacciones eran una simple coraza para no sufrir (excepto en lo de ricachona, es un calco de mi carácter). 
Eva, la protagonista del libro, aunque para mí el personaje de Carmen la anula completamente, es una enfermera que por culpa de la crisis tiene que aceptar el trabajo de ayudante de la Grimaldos, está muy bien conseguido, porque va adaptándose a lo que la vida le pone por delante: aguantar los malos modos de su jefa, soportar a su madre, que es insufrible y tóxica, y vivir su vida. 
Otro personaje femenino que me ha encandilado es el de Conchi, la señora que ayuda en la casa a Ander, por su carácter conciliador. Posiblemente es el que más sorpresas depara en la novela, porque aquí nada es lo que parece.
Y, por último, el personaje masculino, Ander Izarra, hijastro de Carmen, y copropietario junto con ella de una cadena de hoteles. En algunos momentos me ha parecido un imbécil integral y en otras para traérmelo a vivir conmigo. Un joven que ha sufrido muchísimo y que está resentido contra el mundo, al que cree culpable de todas sus desgracias pasadas.
Salvo Cris, la amiga de Eva, que me ha dejado completamente indiferente porque para mí que es boba de nacimiento y sin salvación, todos me han parecido entrañables, en especial Leandro.
También tenemos al malo malísimo, pero ese no os diré quién es, tendréis que averiguarlo: a mí se me abrió la boca cuando se le descubre y aún no la he cerrado, porque eso es un as que la autora se saca de la manga para dejarnos ojipláticos, ya que en ningún momento sospeché de su maldad.
Los ambientes y espacios muy bien logrados, aunque en esta novela no son importantes, porque La pieza que faltaba es, ante todo y sobre todo, una novela de personajes y de historias.
El desenlace, aunque en una de sus partes es totalmente previsible, en otras es inesperado y sorprendente, porque otra cosa no lo sé, pero lo que no me podréis discutir es que Antonia sabe jugar con el lector como quiere y llevarnos por donde a ella le da la real gana. Lo ha hecho con todas sus novelas, así que en esta no iba a ser menos.
Resumiendo, que dice el Maestro: La pieza que faltaba es, para mí, un NOVELÓN, con unas historias que emocionan, conmueven y remueven sentimientos, con algunas situaciones en las que te ríes y otras en las que se nos cae la lagrimita, con una personaje magistral, como el de Carmen Grimaldos, cuya vida, sra. Romero, esto va para usted, necesita una novela aparte, como poco, porque su historia no puede quedar en unas cuantas pinceladas.
Y gracias, además, por este detallazo. El guiño queda entre nosotras, porque ese sí que no tiene precio.

Valoración: 9,5