La pirámide laboral de la desesperación

Publicado el 14 diciembre 2013 por Fthin @fthin

Cuando la necesidad económica aprieta cualquier persona es capaz de aceptar condiciones laborales que en otro momento descartaría. Las empresas lo saben y, habida cuenta del desalentador panorama de desempleo en España, muchas se están haciendo de oro ofreciendo puestos de trabajo con sueldos y requisitos abusivos que en algunas ocasiones rozan la humillación del trabajador: licenciaturas para repartir bollería, salarios irrisorios condicionados además a conseguir unos objetivos que en la práctica son inalcanzables, jornada de 12 horas, contrato mercantil con alta de autónomo que tú pagas, al igual que los desplazamientos y las comidas en horario de trabajo y el teléfono que utilices…etc. Son las consecuencias laborales de un sistema en el que el trabajador cada día tiene menos protección.

Si a esas circunstancias de necesidad y condiciones esclavizantes de trabajo en precario se une la mentira es cuando además aparece la estafa. La estafa es muy común en el gremio de los agentes comercial donde, a unas condiciones similares a las planteadas, en muchas ocasiones se une una organización piramidal de la obtención del beneficio y prácticas y metodologías que anulan la individualidad y autonomía del trabajador hasta convertirlo en un autómata al servicio de la “empresa”. Para ello se comienza anulando cualquier posibilidad de autonomía con zonas de trabajo y desplazamientos en los que dependes de un supervisor y una metodología standard de ventas obligatoria, que normalmente se suele recoger en una norma mnemotécnica, y jornadas laborales abusivas.

Estas organizaciones utilizan la desesperación como arma y la avaricia como estrategia para conseguir la fidelidad y lealtad absoluta del trabajador. Plantean a objetivos a priori fácilmente alcanzables y posibilidades de crecimiento personal y laboral en cortos periodos de tiempo con grandes sueldos y responsabilidades. Suelen poner ejemplos de personas que han llegado a ganar miles y miles de euros en poco tiempo sólo con trabajo y sacrificio, eso sí siempre, a favor de la empresa. En ese sentido se estructuran y organizan como sectas cultivando la imagen del fundador, normalmente persona que se hizo de oro gracias a su ingenio y trabajo partiendo de la nada, promoviendo un gran sentimiento de pertenencia con ritos y elementos de comunicación propios como argot específico, anglicismos, reuniones motivadoras que rozan el surrealismo, seminarios “profesionales” y convenciones de empresa. Una vez anulada y moldeada la personalidad del trabajador la empresa ya puede disponer de él a su antojo.

Así nos encontramos con una persona desesperada que ve en este trabajo la oportunidad de progresar “fácilmente” sólo con su esfuerzo y trabajo, que además cree sentirse respaldada por pertenecer a un grupo de privilegiados que trabajan en una gran empresa. La realidad es otra muy diferente. Los únicos que se benefician son las personas que están en los escalafones superiores de la pirámide con las altas comisiones que reciben del trabajo de los comerciales. Mientras los curritos de a pie no ven un euro por más contratos que saquen adelante. Les suelen aumentar los “asumibles” objetivos sin previo aviso o retrasar los pagos de los conseguidos con excusas peregrinas. Lo que suele pasar es que la persona al poco tiempo se siente frustrada y abandona el trabajo habiendo gastado tiempo y dinero. Pero eso a la empresa, que sí ha cobrado esas comisiones que le ha negado al trabajador, le da igual, al contrario se nutre de ello, es su natural modus operandi. Una vez utilizado un trabajador se repone con otro que vuelve a pasar por el mismo proceso, y así sucesivamente. De ahí que se trate normalmente de empresas que cambian su lugar de trabajo en poco espacio de tiempo. Una vez esquilmado ese caladero de trabajadores se van a otra ciudad y comienzan el proceso. La práctica es más habitual de lo que parece y basta hacer una pequeña búsqueda por internet para dar fe de ello.

Este tipo de estafa suele aparecer y aumentar en periodos de crisis, donde la falta de trabajo y las necesidades económicas de las familias es más acuciante y los ejemplos son conocidos y notorios. No obstante la fórmula, sin variar su esencia en la que unos se enriquecen con el trabajo y explotación de otros, va mutando para hacerse cada vez más difícil de detectar.

Sin ir más lejos esta semana he vivido una situación similar, si bien no he picado el anzuelo. A pesar de no ser precisamente mi perfil profesional, llevo ocho meses en paro y la necesidad de trabajo es urgente por lo que acepto casi todo lo que pueda salirme. Dada la situación, inicié el proceso de selección y conseguí el trabajo pero, o bien porque me tomaron por tonto o porque me vieron realmente desesperado, no fueron capaces de ver que me estaba enterando de todo y que, aunque me eligieran, iba a salir corriendo. No me considero una persona especialmente ambiciosa y, a pesar de reconocer la importancia lógica del dinero, considero en mayor medida otros aspectos que el meramente monetario por lo que por ese lado no podían pillarme por más cifras que me enseñaran. Igualmente, uno no es un especialista en recursos humanos pero sí he seleccionado personal en muchas ocasiones y conozco alguna que otra técnica por lo que sus teatrillos psicológicos no sólo no surtían efecto en mí, sino que resultaban patéticos. Además, por mi formación estas organizaciones grupales y estructuras piramidales las detecto rápidamente. No obstante, llega un momento en el que uno, a pesar de tenerlo claro, llega incluso a dudar pensando que quizás son sólo prejuicios e igual estás equivocado…hasta que recuerda todo lo vivido y lo analiza sin tapujos. Te cabrea pensar que haya gente que te intente tomar el pelo, que quieran aprovecharse de tu desesperación y ya no caben dudas.

Pero seguro que mucha otra gente que sufra una situación personal sea más grave y se agarre a esta supuesta oportunidad no lo verá y picarán. Así que ya saben, si alguno de ustedes se enfrentan a un proceso de selección para un trabajo similar…huyan!! No se dejen cegar por las cuantiosas cifras que supuestamente ganarán y analicen lo que le ofrecen objetivamente. No se arrepentirán. Avisados quedan.