La planificacion como herramienta gerencial

Publicado el 24 enero 2018 por Adolfo Gonzalez @adolforgs


La planificación es una de las tareas más importantes de la gerencia. Únicamente con una buena planificación es posible llevar a cabo las otras tareas gerenciales.Planificar significa que los ejecutivos estudian anticipadamente sus objetivos y acciones, sustentan sus actos no en corazonadas sino con algún método, plan o lógica. Los planes establecen los objetivos de la organización y definen los procedimientos adecuados para alcanzarlos. Además, los planes son la guía para que la organización obtenga y aplique los recursos para lograr los objetivos; y que los miembros de la organización desempeñen actividades y tomen decisiones congruentes con los objetivos y procedimientos escogidos.Asimismo, la planificación ayuda a fijar prioridades, permite concentrarse en las fortalezas de la organización, ayuda a tratar los problemas de cambios en el entorno externo, entre otros aspectos. Por otro lado, existen varias fuerzas que pueden afectar a la planificación: los eventos inesperados, la resistencia psicológica al cambio, ya que ésta acelera el cambio y la inquietud, la existencia de insuficiente información, la falta de habilidad en la utilización de los métodos de planificación, los elevados gastos que implica, entre otros. Donnelly et al, (1994); Corredor, (1997); Hellriegel y Slocum, (1998); Thompson y Strickland, (2001).Visto así, la planificación no es discordante con el éxito. Es y será exitosa su aplicación, sólo si se considera el entorno social del cual y de quien se nutre. Es menester conocer su dimensión, pues la gerencia no sólo trabaja con dinero, también lo hace con personas y normas. La directriz de la acción no debe permitir condicionamientos subyacentes vagos que obstaculicen tal acción. La gerencia ha de dar órdenes que pasarán a través de tres a cuatro niveles, desde la supervisión, hasta el nivel en donde finalmente se ejecutará la orden. A menudo, las órdenes están expuestas a diferentes interpretaciones, a distintas modalidades de expresión que pueden conducir a acciones distintas a cómo se planificaron, originando así los complejos tropiezos; por eso se observa que innumerables organizaciones hacen esfuerzos por aplicar conceptual y prácticamente la herramienta de la planificación sin mayores logros. Zambrano, (2001).

Los cambios acelerados en el devenir, zigzaguean ante los avances tecnológicos que caracterizan la era del conocimiento. Actualmente, la alta gerencia en algunas organizaciones, entre ellas públicas, está en la zaga de estos cambios. Por lo tanto, sería un eficiente beneficio la planificación debidamente instrumentada y aplicada.En ese sentido, (Sánchez, 1990:73) señala que: “la sociedad paga los servicios más caros de los que debería pagar. No son productivos, se subordina el verdadero objetivo original de la empresa a la realización de sus propias inquietudes personales o a la de su partido o grupo político”. En fin, las empresas buscan estrategias para adaptarse a los cambios y otras que en lo absoluto les preocupa. Más aún, pareciera paradójico la existencia de empresas que no realizan estudios anticipados de sus objetivos y acciones fundamentadas en algún método, plan o lógica funcionar. De hecho algunas funcionan, pero, ¿a qué costo? Probablemente poseen una estructura heredada con resultados nefastos, por ello surge ésta interrogante: ¿Será conveniente abordar los problemas gerenciales en forma planeada y sistemática, o es mejor confiar en la suspicacia, la coincidencia y la desorganización creativa?La planificación cumple dos propósitos principales en las organizaciones: el protector y el afirmativo. El propósito protector consiste en minimizar el riesgo reduciendo la incertidumbre que rodea al mundo de los negocios y definiendo las consecuencias de una acción administrativa determinada. El propósito afirmativo de la planificación consiste en elevar el nivel de éxito organizacional. Un propósito adicional de la planificación consiste en coordinar los esfuerzos y los recursos dentro de las organizaciones. Se ha dicho que la planificación es como una locomotora que arrastra el tren de las actividades de la organización, la dirección y el control. Por otro lado, se puede considerar a la planificación como el tronco fundamental de un árbol imponente, del que crecen las ramas de la organización, la dirección y el control. Sin embargo, el propósito fundamental es facilitar el logro de los objetivos de la empresa. Implica tomar en cuenta la naturaleza del ámbito futuro en el cual deberán ejecutarse las acciones planificadas (Monagas, 1996).