Respecto a la industria se atendió especialmente la pesada (78% de las inversiones con la producción de energía) por ser de la que más necesitada estaba la URSS. Se crearon 1.500 empresas. Al principio se recurrió especialmente a técnicos extranjeros (de los EE.UU y Europa), pero rápidamente se formaron técnicos rusos. La maquinaria, en un primer momento, fue importada. Se dio gran publicidad a los avances de la industria automovilística (en 1929, se firmó un contrato con la Ford de Detroit). Se pretendió también un fuerte aumento en producción de fuentes de energía necesarias para el desarrollo industrial.
LA COLECTIVIZACIÓN DE LA AGRICULTURA El desarrollo industrial exigía la supeditación de la agricultura a la industria. La agricultura debía aportar los capitales necesario para la industrialización, máxime teniendo en cuenta que no llegaban las inversiones exteriores. La colectivización de la agricultura se llevó a cabo venciendo la hostilidad de los campesinos. Se hizo un gran despliegue propagandístico (como el cartel siguiente) para mostrar los efectos beneficiosos de la colectivización y animar a los campesinos a que se uniesen voluntariamente a ella.
Cartel de propaganda de los koljós
- El koljós era una unidad de explotación colectiva (socialización de la propiedad de la tierra) en la que trabajan, en brigadas, los campesinos de una o varias aldeas. Los tipos y sistemas de cultivo, así como la distribución del trabajo y el reparto de los beneficios estaba en manos de la Asamblea del Koljós, reservándose el Estado el control de la comercialización de los productos, precios y planificación general. El Estado aportaba las máquinas, especialmente tractores (se vio como el alma de la socialización de la agricultura). Dentro del koljós, el campesino tenía derecho a vivienda propia con una parcela pequeña (0,5 ha, aproximadamente) y algún animal doméstico, los productos de esta propiedad privada podían venderse en el mercado koljosiano, pagando un impuesto sobre lo obtenido. El campesino ruso mostró un mayor interés por sus tierras que por las colectivas, así, mientras la propiedad privada suponía solamente un pequeño porcentaje del suelo cultivado en la URSS, proporcionaba el 70 % de la producción agropecuaria del país.
- El Sovjós era una granja estatal en la que los campesinos trabajan por un sueldo, como otros funcionarios, sin derecho a tierras privadas. la extensión de los sovjós era mayor que la de los Koljós, variaba entre las 20.000 y 100.000 Has, con varios miles de trabajadores según los tipos y sistemas de cultivo. Esta forma predominó en las tierrasde nueva colonización (Siberia).
El acabar con los kulaks (campesinos ricos) permitió un gran avance socializador, muy rápido en la segunda mitad de 1929 y primeros meses de 1930: julio, 1.928 - 1,7 % socializado, julio, 1.929 - 3,7, enero, 1.930 - 21,0, marzo, 1.930 - 58,0
Elaboración propia
Los campesinos pobres que se resistieron a la colectivización fueron considerados como kulaks. La rápida acción contra los kulaks comenzó a inquietar a los otros campesinos que no veían con buenos ojos que los habitantes de las ciudades se hicieran con el timón del mundo agrario, además la represión a veces alcanzó al campesinado en general, no sólo a los kulaks. Ante esta resistencia, Stalin llegó a declarar "El éxito nos vuelve la espalda" (marzo, 1930) y, por ello, decidió frenar temporalmente la colectivización. Algunos campesinos pudieron abandonar los koljós. Tal vez únicamente se pretendía que se realizase la siembra ya que muy pronto se reemprendió el movimiento colectivizador, eso sí, con más prudencia (por ejemplo se concedía ventajas a los que se integras en loskoljós), encontró menos resistencias: Avance de las tierras colectivizadas: septiembre, 1.930 - 31 % , fin de 1.931 - 52,7 %, fin de 1.934 - 71,4 %, fin de 1.936 - 90 %, fin de 1.938 - 93,6 %, fin de 1.940 - 96,9% Se comenzó a controlar la producción agraria (comisarios que actúan en el campo, control administrativo..), así en 1.930 se consiguió el aprovisionamiento de grano. El gobierno necesitaba seguir exportando productos agrarios para poder pagar los equipos industriales que se importaban. La agricultura siguió siendo el sector más débil de la economía soviética.LA COLECTIVIZACIÓN DE LA INDUSTRIA Creó menos tensiones que la del campo. Las grandes unidades de producción no se habían desnacionalizado desde la época de la NEP. Tampoco se habían desnacionalizado los resortes financieros. A los obreros se les recordó que el éxito de la industrialización y la ejecución del plan eran objetivos prioritarios aunque ello condenara la mejora en su nivel de vida. En suma, los obreros debían sacrificar sus intereses en aras de la ejecución del plan y de la realización del socialismo. Por ejemplo no estaba permitida la huelga y la disciplina laboral era férrea. A los sindicatos se les encomendó la concienciación de los obreros para cumplir esta tarea y asumir este papel (sobre todo a los obreros que procedían del campo). COMERCIO INTERIOR Se redujo considerablemente la cuota de realizada por los comerciantes privados: del 22,5 % de 1.928 al 5,6 % de 1.930. En 1.932 se prohibió este comercio. RESULTADO En el siguiente cuadro se refleja la evolución de la producción de algunas magnitudes durante el Primer Plan Quinquenal. No hay unanimidad entre diferentes autores a la hora de dar cifras concretas.
Fuente: Edit. Vicens Vives
Otra cosa es fijarnos si esta evolución cumplió con los objetivos fijados.Solamente se superaron las cuotas previstas en construcción de maquinaria (185%) y en la producción del petróleo (102%). No se alcanzó la producción de carbón (86%), acero (57%) y en la industria de lanas (34%). Tampoco se realizó el esfuerzo previsto en la red ferroviaria.
Bajó mucho el nivel de vida. Se instauró el racionamiento que fue extendiéndose cada vez a más productos de primera necesidad: pan, cereales, azúcar...
Paralelamente, se desarrollo un importante mercado negro.
Edit. Vicens Vives
El invierno de 1.932-3 fue de un hambre terrible, en buena parte causada por el Estado que retenía buena parte se las cosechas. Los que después relataron aquel invierno, como Artur Koestler, hablaron de aldeas abandonadas, deportaciones masivas (240.000 familias), muchos muertos de hambre (algunos señalan la cifra de 10 millones de campesinos, Carr los fija entre 1 y 5 millones).El racionamiento se abandonó en 1.935. En general puede decirse que hasta finales de los años 30 no se superaron las cifras de producción agraria de antes de la colectivización.