En Europa, Standard&Poors y Fitch se han unido a Moody’s y han situado a Grecia a la altura del betún, al borde de la quiebra. Italia ya ha anunciado un plan de ajuste de 65.000 millones de euros, que pasa por privatizaciones, congelación de pensiones altas, copago en sanidad (¿he oído 25 euros por consulta? Adjudicado!), todo bajo la mirada cansada de una UE quizá demasiado vieja y lenta.
Paso página y me encuentro en La Contra de La Vanguardia a Antoni Bolinches, un psicólogo metido a sexólogo, o viceversa: “Los buenos momentos son para disfrutarlos, los malos son para aprender: ¡sufrimiento productivo!”. Pese a la que está cayendo, al frío que ha llegado en pleno julio procedente de los mercados, retaré a los elementos y también a esos elementos que se agazapan tras las agencias de clasificación y produciré. Es sólo un grano de arena, pero hay que ver lo que molesta si se mete en el zapato. Con millones de ellos, tendremos una playa en la que refugiarse del temporal y molestar, que de eso se trata.