La plutocracia

Por Pachobermudez @fbermudezg

Definido como el gobierno de los ricos. “Ploutos” significa riqueza, y “kratos” es gobierno, en griego. La plutocracia es un sistema político que nunca ha estado institucionalizado en el papel, pero sí en la práctica. Me explico; ningún gobierno es capaz de decir: “Aquí mandan los que tienen plata”; no, la plutocracia nunca ha estado formalizada, salvo en los regímenes donde los monarcas también eran los más adinerados. La plutocracia en la antigüedad era lo normal; las familias nobles, las que tenían más poder, eran los amos y señores de su reino o de su imperio. Sin embargo, hay que aceptar que el concepto de riqueza ha cambiado desde hace varios siglos. En las primeras sociedades humanas la riqueza estaba ligada al poder físico, a quien tenía la destreza de cazar, a quien podía mandar sobre los demás debido a su fortaleza fisiológica. Esa era la riqueza. Esos eran los plutócratas de los primeros grupos humanos: los musculosos. Posteriormente, las familias nobles que habían conseguido el poder debido a sus cualidades físicas, se aliaron con los chamanes y sacerdotes de su tribu o de su clan, y con ellos forjaron una nueva riqueza: la del engaño, la de la superstición. Los brujos y sabios –que determinaron que cierta familia era la elegida de los dioses para gobernar- entraron a formar parte de lo que se llamaría como: la clase dirigente. Los grupos religiosos también entraron a ser parte de la clase poderosa, de la plutocracia. Con el paso del tiempo, los poderosos empezaron a acumular bienes; como tierras, metales preciosos, animales, cultivos, casas, castillos, palacios, etc. Las familias monárquicas contaban con el apoyo de los religiosos para justificar su poder; pero, también empezaron a tener otros elementos para sustentar su posición: se adueñaron de los medios de producción económica, en especial, de la tierra. Al finalizar la Edad Media, y al inicio de la Era Moderna, la riqueza estaba basada en la cantidad de tierra que tuviera una persona. Obviamente, las familias nobles habían logrado hacerse con muchos terrenos, y eran los grandes latifundistas de sus países. Sin embargo, una nueva clase social comenzó a surgir: la burguesía. La burguesía –asentada en centros urbanos llamados burgos- iniciaron una nueva era para la plutocracia: la del comercio y del mercantilismo. La tierra era importante, era signo de poder, pero, con los nuevos inventos y el desarrollo de la ciencia, el intercambio comercial entre ciudades, entre países, y entre imperios adquirió gran preponderancia. Los burgueses empezaron a acumular riqueza. Con la Era Moderna, también llegó un nuevo invento: el dinero. Hasta ese momento, el intercambio de mercancías se hacía a través de metales preciosos como el oro, la plata, o de especias como la sal. Sin embargo, a los burgueses se les ocurrió imprimir papel que podría ser cambiado por metales preciosos para agilizar el comercio. Los títulos valores ya habían sido utilizados en la Edad Media por la Orden de los Templarios. Quien viajaba a Tierra Santa (Jerusalén y Palestina) podía confiar sus bienes en los castillos que tenía la Orden durante todo el trayecto desde Europa. En los castillos se expedían unos documentos que el viajero podía cambiar en cualquier otro punto del viaje, y obtener oro y plata. Fue el inicio del sistema financiero. Era obvio, dos clases sociales comenzaron una pugna por el poder. Los burgueses y la monarquía. Los burgueses tenían riqueza: dinero, metales preciosos, bienes muebles, artesanías, etc. Los monarcas también tenían riqueza: bienes inmuebles, fincas, palacios, castillos, y el apoyo del clero. ¿Qué ocurrió? Una guerra entre plutócratas; la Revolución francesa fue el primer resquebrajamiento del antiguo sistema. El resultado de este enfrentamiento es conocido: los burgueses se hicieron con el poder, e implantaron un sistema de gobierno basado en elecciones democráticas. Las monarquías no fueron suspendidas del todo; las familias aristocráticas también se aliaron con los burgueses y llegaron a un acuerdo amistoso, ¿el resultado? Las monarquías constitucionales. ¿Quiénes empezaron a mandar en el mundo? Los banqueros. La plutocracia moderna ha basado su poder en el dinero. En el papel el sistema político preponderante es la democracia, sin embargo, no nos digamos mentiras, la financiación de las campañas, los lobbies políticos, los think thanks (grupos de pensamiento), y en general, los partidos son financiados por quienes detentan el dinero, por los plutócratas; ellos son los que determinan quién gana o quién pierde una elección a través del apoyo económico que le brindan a tal o cual candidato. Otro tipo de plutocracia surgió a principios del siglo XX: la plutocracia partidista. Los señores Marx y Lenin pensaron que todo el problema de la historia era la lucha de clases. Por lo tanto, decidieron poner a la clase trabajadora en el poder. ¿Lo consiguieron? Pues no, lo que lograron fue colocar a los dirigentes de un partido político en el poder, que se amarraran a ese poder, y que se atornillaran en la silla. Ese sistema colapsó antes de finalizar el siglo XX. Todavía quedan resquicios de eso en algunos países (Cuba, Corea del Norte, y otros). Al comenzar el siglo XXI la plutocracia está vigente. Los que tienen el dinero tienen el poder. Sin embargo, hay un hecho que ha provocado que el sistema se desequilibre: la artificialidad del medio de intercambio. El dinero no es más que papel con un valor subjetivo, incluso, ya ni siquiera es papel, es un número en un computador. Los plutócratas han tenido varios sustos, uno de ellos ocurrió en 1929 cuando se cayó la bolsa de valores de Nueva York; la otra ocurrió en 2008, cuando la bolsa de esta ciudad volvió a desbarajustarse. Los plutócratas saben que el sistema puede caerse nuevamente, que es frágil. ¿Cuál es la solución? Ya la diagnosticaron: el poder tecnológico. El mundo ha llegado a unos niveles de sofisticación informática increíbles, por lo tanto, los plutócratas saben que es imprescindible el uso de la tecnología para mantener su poder. La plutocracia tecnológica es el nuevo camino que nos quieren imponer a través del denominado soft power o poder suave; que la gente dependa de la tecnología, que la utilice para todo; en el entretanto, los plutócratas se adueñan de las empresas de informática, y los gobiernos –al servicio de los plutócratas- imponen condiciones y se apoderan de esa tecnología. ¿La plutocracia es el camino para la humanidad? ¿Es el mejor gobierno? Creo que no, no lo ha sido. Hoy en día, la plutocracia solo ha dejado guerras, hambre, pobreza, pandemias, calentamiento global, terrorismo, delincuencia, inmoralidad, etc, etc. En el nuevo milenio debe darse el comienzo de una verdadera democracia. La democracia, “el gobierno del pueblo, para el pueblo, y por el pueblo” como la definía Lincoln, es el único camino para imponer un sistema basado en la cooperación. Hasta ahora lo que ha predominado es la plutocracia; un sistema que le ha servido al sistema de dominación humano. El reto para las nuevas generaciones es desarrollar e imponer la democracia en el mundo. Un gobierno para todos, no solo para los que detentan las riquezas. Hay que buscar un cambio de conciencia; espiritual, social, y política. ¿Cómo lo vamos a hacer? Pacíficamente, a través del arma más poderosa: la mente.