Veremos por cuanto tiempo... Foto de Internet.
La Patria Andaluza es cómo un tío que tenía yo en Graná, que ni era tío, ni era ná. Ni hay patria, ni es andaluza para todos. Porque sepanlo bien, los del extremo más pegando a Murcia nada tenemos que ver con los primos casiportugueses... Y en medio hay un batiburrillo que mire usté, ni son todos los que están ni están todos los que son. Para mi que, haciendo bien el primo, los padres de la "Patria Andaluza", esos que nos vendieron la moto con la autonomía, la identidad y toda la milquinientas sólo hicieron lo que un imbécil haría, tomar las notas de otro tonto más tonto si cabe y ponerlas en práctica. Así, los sucialistas que tanto se rieron en la jeta del bobo útil de Blas Infante, a cuya bandera (esa que dice que representa nuestros valores, esperanza, paz y tal y tal y tal...) llamaban el Trapo, cogieron su idea, la maquearon y tergiversaron y se hicieron un cortijazo de ocho provincias que ríase usted de ese que ha ocupado Gordillo en Córdoba. Y eso que Infante, convertido al Islám sólo queria apegarle a Marruecos Al-Andalus, para lo cual las tropas nacionales le enseñaron, convenientemente, el camino...
Tontos verdes y blancos.
No obstante, sus enseñanzas, sus ansías de crear una Cataluña andaluza, para lo cual fue a lamerle las pelotas a Companys en el Penal del Puerto de Santa María, no cayeron en saco roto. De aquellas mierdas, vienen estos estiércoles y nada bueno viene del regionalismo palurdo de un tipo que no sabia si era moro, cristiano, andalú o andapilas. Lo que si sabemos es que hoy tenemos buenos piezas que, enarbolando la bandera del andalucismo en sus variadas vertientes, nacionalista, regionalista, sucialista y todo lo que acabe en -ista, se han forrado, han forrado a sus familias, siguen esquilmando esta buena tierra y nadie les va a parar los pies pues para impedirlo ya está ese Per, esa ayudita económica de yo te doy una misera y tu me das tu voto, entretanto no hace falta que trabajes, no seas que te vayas a quebrar, te vas al bar que, ese cabrón del terrateniente en cuyos muertos te ciscas cuarenta veces al día mientras vas con la banderita del SAT te firmará los treinta jornaletes a tí a tu mujer y a tu puta madre si es menester. Andaluces de Jaén, ¿Aceituneros altivos? Y un carajo.
La realidad andaluza adolece de un surrealismo que haría las delicias de Dalí hasta el ojete de hongos, coca y LSD. Mientras la calle sigue calladita cobrando el Per, con un millón trescientos mil parados, el Parlamento, aunque mejor sería decirle la cocina sucialista, pues lleva siendo durante treinta años el lugar donde se aprueba toda la porquería que se cocina en el Palacio de San Telmo, sigue haciendo el paripé vendiéndonos la concertación, el Andalucía avanza, cómo la panacea o parche a un Titanic que se hunde desde hace trés décadas por un Iceberg apalancado en los Borbolla, Chávez, Zarrias y Griñanes. Éste último, cosa curiosa, es un presidente que lleva dos mandatos ejerciendo el cargo sin que nadie le haya elegido para ello. La primera vez le eligió el dedazo de Chaves, la segunda el dedo, metido por el culo, del butanero Valderas. Ese que llegó con el ansía de renovar un parlamento totalmente corrompido, se corrompió él tontamente cuando ya no quedaba nada en la caja y apoyó en consecuencia que el forajido Gordillo se dedique a campar por sus respetos por el largo oeste andalú.
Eres, Per, Mentiras y Expropiaciones de Broma.
Así las cosas, mi querida Andalucía, esa conjunción mal hecha de ochos provincias que nada tienen que ver entre sí, se ve ante la prueba de fuego de una elecciones anticipadas que nos e ven ya muy lejanas habienda cuenta de que Gordillo, que cómo sus amigos etarras jurara un cargo que le deja pingües beneficios por imperativo legal, se encuentra haciendo horas extras en su "Larga Marcha" que debería haber acabado tiempo ha en prisión, pues estamos ante una caterva de vagos, camorritas y cobradores profesionales del Per que no creo que sepan lo que es quitar una vestuga o hacer un ruedo con una mano de hierro a las siete de la mañana en pleno més de Julio. Gordillo se encuentra encabezando la actualidad informativa mientras el Gobierno de Griñán, a.k.a. Gañán maniobra con mucha dificultad ante todo lo que se le viene encima. Corte de grifo, Eres, falta de dinero para cubrir el clientelismo y un partido fracturado que encabeza la patética comisión de investigación en la que se está, patéticamente haciendo el ridículo, ante unos imputados, los de Mercasevilla y demás, que no saben no contesta.
Mientras tanto, el campo andaluz languidece, salvando los muebles únicamente Almería, la industria brilla por su ausencia y la que queda está a la espera de ser expropiada para dársela a los trabajadores según Gordillo & Company. Lo que no sé es si por trabajadores se refiere a esos que lleva de escoltas con la banderita y la pancarta y con los que protagonizó ayer la ocupación light de la finca-hotelera del duque rojo, cerca de Córdoba y que ha sido destapada hoy por los medios de comunicación mientras la policía empieza a reaccionar impidiéndo con más soltura su acceso a comercios y el gobierno empieza a perder el miedo a prohibir sus manifestaciones cómo hoy en Málaga. La hostelería por otro lado sigue anclada en la época de las suecas, cuando Landa y amiguetes se ponían farrucos con el Latin Lover Velludo y Patrio y damos un penoso servicio en el que se nos ha superado hace tiempo por paises emergentes cómo Marruecos o Túnez. Andalucía está muerta, ya nació así, pero cómo con Cataluña, se la ha intentado mantener viva vía inyección eurística y ya no queda más suero.
Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad.
Esta estrofa de nuestro mal llamado himno, pues es una loa a un estado pseudo comunista en el que debe de tener puesto todo su interes nuestros adalices de Marinaleda, refiere lo que ha quedado en Andalucía. Lo mismo de siempre. Cuatro jornalillos con los que llenar el expediente y mucha libertad para botellones, juergas, ferias y romerías. Ahí Queó. Ahora vienen pintando bastos. Duros y contundentes y el Per ya no será esa pantalla para tapar todos los males de una comunidad hecha a base de enfrentar la fuerza trabajadora con la fuerza vividora de los subsidios. Es lo que pasa por tensar la cuerda y dejar que se escape el pez. Gordillo lo sabe y ve venir la carencia económica que le ha mantenido al frente del utópico ayuntamiento de marinaleda, mantenido a base de cheque por todos los españoles. Cómo el todos los demás, el teatro se desmorona y el pueblo andaluz empieza a ver cómo se acaba la pila. Ya no será todo pescaito playa y sol. Politicastros, preparaos, se acerca vuestra hora, la de todos.
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