Elizabeth Barrett Moulton-Barrett nació el 6 de marzo de 1806 en la localidad inglesa de Durham. Su padre, Edward Moulton-Barrett, era dueño de una plantación y su madre, Mary Graham-Clarke, descendía del rey Eduardo III.
¿Cuál es la mejor cosa del mundo?
Las rosas de junio perladas por el rocío de mayo;El dulce viento del sur diciendo que no lloverá;
La Verdad, con los amigos despojada de crueldad;
La Belleza, no envanecida hasta agotar su orgullo;
El Amor, cuando somos amados de nuevo.
¿Cuál es la mejor cosa del mundo?Algo fuera de él, pienso.
Como la gran mayoría de niñas de su tiempo, Elizabeth, la mayor de doce hermanos, fue educada en casa, con la ayuda de su hermano y un vecino suyo que la introdujo en el mundo de los autores griegos. Era muy joven cuando había leído autores de la talla de Shakespeare o Dante. Con veinte años, Elizabeth ya había publicado de manera anónima su primera obra, Ensayo sobre la mente y otros poemas.
Oh, amor mío, amor mío, cuando pienso
que existías ya entonces, hace un año,cuando yo estaba sola aquí en la nieve
y no vi tus pisadas ni escuché
tu voz en el silencio... Mi cadena,
eslabón a eslabón, iba midiendo
como si no pudiese verme libre
por tu posible mano... ¡Hasta beber
la prodigiosa copa de la vida!
¡Qué extraño no sentirte en el temblor
del día o de la noche, voz, presencia,
ni adivinarte en esas flores blancas!
Yo era ciega lo mismo que el ateoque no descubre a Dios al que no ve.
El matrimonio Browning se adaptó sin problemas a la vida social y cultural florentina y Elizabeth escribió algunas de sus obras más famosas, entre ellas, Las ventanas de la casa Guidi, en defensa de los ideales del risorgimento italiano y Sonetos del portugués, su propia historia de amor escondida en una serie de poemas amorosos. Mientras escribía esta obra, Elizabeth dio a luz al que sería su único hijo, Robert.
Aurora Leigh fue también una de sus historias más conocidas, en la que recreó la vida de la periodista Margaret Fuller, quien había muerto ahogada en un barco cuando volvía de regreso a los Estados Unidos. Elizabeth Browning continuó escribiendo hasta el fin de sus días, pocos meses antes de morir, en 1860 se publicó una edición completa de su obra poética. Pero poco a poco su delicada salud fue deteriorándose hasta que falleció el 29 de junio de 1861. Los restos de Elizabeth Browning descansan en el cementerio protestante de Florencia.