El PSOE el pasado 18/10/2011 solicitó por los cauces reglamentarios el acceso a dicho registro, haciendo uso de las facultades que como Concejales tienen, que no son ni más ni menos que las necesarias para ejercer el control al equipo de Gobierno.
La contestación de Mayte Parra no tiene desperdicio, se produce tres días después y es la mar de jugosa. En un primer lugar dice que no hay coche “oficial” y pasa a detallar un listado con todos los vehículos que tiene el Ayuntamiento en propiedad (camiones y motos incluídas). En segundo lugar dice que no utiliza ningún vehículo fuera del uso que debe darle en cumplimiento de sus obligaciones como Alcaldesa, y luego añade que sus predecesores en el cargo no realizaban dicho registro y que uno de ellos, Vicente García, opina que es “una batalla sin sentido”.
Aquí la única que ve batalla en todo esto es la mente calenturienta de Mayte Parra. A ver, tanto que le gusta al PP la comparación de lo público con lo privado: en cualquier empresa privada, el uso de los distintos vehículos turismo de los que puedan disponer está sujeto a unas determinadas normas y a unos determinados controles (yo al menos he comprobado que esto es así en todas las empresas en las que he trabajado). ¿Qué tiene de extraño que se controle el uso de los distintos vehículos del Ayuntamiento? Desde la oposición solamente se pidió la creación de un registro en el que se anotara por vehículo Kms recorridos, persona que dispone del vehículo, fecha y motivo por el que hace uso de él. Y que ese registro pudiera cotejarse con el cuenta kilómetros que todo vehículo tiene. No hay más. ¿Es eso discriminatorio? ¿Es un agravio comparativo?
Si en algo tan simple no se dispone de control, cualquiera puede pensar que en temas más serios el descontrol es aún mayor. Pero sin ir tan lejos, simplemente este registro sería una buena muestra de transparencia y de buenas prácticas en las instituciones públicas. El negarse a llevarlo es, simplemente, el reconocer abiertamente el mal uso que de estos medios se hace.