La polémica sobre Ryanair

Publicado el 22 agosto 2012 por Dolega @blogdedolega

He viajado muchas veces en Ryanair. Es terriblemente barato. He llegado a pagar por un vuelo de Madrid a Londres (Gatwick) ida y vuelta 14€. Como no he facturado equipaje porque no he llevado maleta, pues el precio ha sido irrisorio.

Sabes que te tienes que gestionar el viaje, ver fechas, ver días. Vale, no importa, te sabes manejar bien por internet, así que ese trámite no tiene gran complicación y además no necesitas un agente de viajes que te diga lo que tienes que hacer.

Tú te sacas el Boarding Pass en casa, te lo imprimes, te gastas la tinta de la impresora y tu folio. No necesitas un cartoncito mono con tu nombre impreso. Con un folio con un código de barras tienes más que suficiente.

Antes de salir de casa comes como si estuvieras a punto de emprender el camino de Santiago, porque sabes que a bordo ni un mal palillo te van a dar gratis y en el aeropuerto sospechas que todos los sitios donde puedes comer algo, tienen tres estrellas Michelín, pero no te lo dicen para que no te cortes al pedir. Vale, total es hora y media de vuelo y de Gatwick a casa de mi cuñada no hay ni media hora así que con la comida de casa, genial.

Llegas al aeropuerto de Barajas y te tienes que ir al sitio más recóndito de la terminal, pasada una cafetería. Allí en un rincón están los mostradores. Vale el vuelo es muy barato no necesito lujos superfluos de cordoncitos ni logotipos monos. Aguantas la atención del personal de tierra, que estoy segura que le pagan diez días después de lo acordado para que tengan ese mal humor constante.

Llegas a la puerta de embarque y te sometes a la tortura de estar una hora de pie en la fila porque no hay asientos numerados y no has querido pagar los malditos cinco euros de reservar el asiento. Vale total cuando reservas siempre quedan los malos así que para qué pagar por tener el mismo asiento que puedes tener sin pagar. Lo de ir de pie en el avión no está implementado todavía,  así que sabes que irás sentada.

Llega la hora de embarcar,  te montan en un autobús y a los diez minutos empiezas a sospechar  que te has equivocado y el viaje que has pagado es en autobús y por eso era tan barato, pero no, es que te están llevando desde la terminal 1 a la terminal 4 que es de donde sale el avión. La salida del autobús se parece más a la salida de los cien metros que a un embarque. Vale si total el viaje es corto y no necesitas correr escaleras arriba para llegar a un asiento que no sea en la cola.

A partir de ese momento, tus necesidades de ahorrar han terminado.

Se supone que la seguridad del tráfico aéreo es algo regulado por las compañías aéreas, que a su vez son controladas por las autoridades aeroportuarias y por los estados.

Las noticias que se vienen sucediendo en los últimos días con Ryanair son bastante preocupantes. Hoy ha sido la última. Esta aportada por uno de los lectores del blog hace unos minutos, de leer y no creer, gracias Luis.

En este país siempre nos pasa lo mismo. El día que ocurra una desgracia, entonces nos enteraremos de todas las deficiencias e incumplimientos de esta empresa con respecto a todas las normativas habidas y por haber.

Se escribirán miles y miles de artículos y reportajes, ensayos y análisis sobre lo ocurrido y todos los implicados se echarán las culpas unos a los otros, pero la desgracia estará ya consumada y no se podrá volver el tiempo para atrás.

¿Es que hay alguna razón que se me escapa por la cual, a pesar de lo evidente, tengamos que esperar a las desgracias para tomar medidas?

¿Tan intrincada es la burocracia que antes de la desgracia es muy difícil, pero el día que haya 140 muertos se podrá legislar en unos días?

Debe de ser que yo soy más simple que el asa de un botijo, porque no lo entiendo.

Me sentiré estafada y engañada cuando, no lo permita Dios, ocurra algo y tenga que oír a todos los expertos del mundo mundial diciendo que estaba cantado y que ya lo habían dicho en innumerables ocasiones. No me vale señores, quiero todos esas miles de palabras y todos esos gritos de alarma HOY.

No cuando ya no haya remedio