El día anterior a la concentración en Sol en protesta por los detenidos acusado de parado algunos trenes de Metro, la policía vigilaba cautelosa en Ciudad Universitaria que los jóvenes, allí concentrados para celebrar 'San Cemento', no salieran de las áreas de césped con bebida, controlando que el botellón no se extendiera por la avenida Complutense.Los chavales bebían a sus anchas en un lugar público bajo la atenta mirada de la policía, sin que éstos pidieran documentación o hicieran algo más allá de una vigilancia laxa.Justo un día después, los nacionales pedían la documentación de la gente que se concentraba en el kilómetro cero, para protestar por la criminalización del acto de detener uno convoy en el subterráneo.El mensaje es claro: circo, aunque sea ilegal, sí. Protesta por un acto que se cree injusto No.Una pandereta suena.... Fuente:http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/04/27/madrid/1335552780_584502.html