Ahora cuenta cómo surgió su blog, que tanto se hace sentir.
“El nombre de La Polilla fue el que escogimos en la Biblioteca Nacional, a sugerencia mía, para un boletín impreso que reportaría el acontecer laboral de esa institución”, donde bregó durante décadas. “El boletín daba continuidad, en un ámbito más abarcador, a La Polillita, que el Departamento Juvenil de la Biblioteca publicó en los años 70. La Polilla se mantuvo desde el bimestre marzo-abril de 1998 hasta diciembre de 2003. En ese año asumió una alternativa digital, y en abril de 2004 se decidió editarlo solamente en ese soporte, por la escasez de papel.
Así lo cuenta Luis Toledo Sande, en Bohemia y continúa Ver