Bien, pues lo que está ocurriendo ahora con Melilla es similar. Que Ceuta y Melilla forman parte del país, está claro, pero que durante el 90 % del tiempo se pasa de ellos, también.
A los políticos les importa una leche qué es de ellos, sus necesidades o problemas, salvo si mostrar interés puede significar más votos o fotografías en los medios de comunicación.
Este es el caso de la reciente visita que ha realizado Aznar. Hasta ahora sólo había ido tres veces, 1996, 2000 y 2004, siempre para mítines del PP de cara a las elecciones. Claro que ahora como nos pasamos el año viviendo una permanente campaña electoral, regresa de nuevo. ¿Acaso su partido tendrá miedo de no contar con votos suficientes el año que viene? Por si acaso, mejor ir a meter las narices y provocar cizaña no vaya a ser que después haya que lamentarse —igual es lo que piensa este partido de la oposición.