Como sabemos, durante los últimos años hemos podido conocer algunas noticias que apuntaban a la relajación de la ley y la política del hijo único en China, incluso se barajaba la posibilidad de abandonarla debido a los problemas relacionados con el sexo del bebé, el abandono de miles de bebés del sexo femenino, la desigualdad de género, etc. Se llevaron a cabo iniciativas puntuales permitiendo, por ejemplo, que en algunas regiones (las que tenían una tasa de natalidad muy reducida) los padres pudieran tener dos hijos. Otras informaciones apuntaban la derogación de esta política para el presente año o para el año que viene, dependiendo de los resultados obtenidos en las iniciativas o pruebas piloto adoptadas.
Sin embargo, posteriormente se anunciaba un cambio en el rumbo de política planificado, se deba un paso atrás y se comunicaba que se mantendría la reducción de la tasa de natalidad a fin de evitar que se superasen los 1.390 millones de habitantes en el año 2015. Se pretendía mantener la tasa de crecimiento poblacional por debajo del 0’72% anual, los argumentos para este cambio de rumbo eran, la mayor esperanza de vida, la disminución del número de abortos, mortalidad materna e infantil, el freno al incremento poblacional en los núcleos urbanos, etc.
A pesar de todo ello, se albergaba la esperanza de que la ley se relajara, ahora se anuncia que la política del hijo único permanecerá inalterable, un jarro de agua fría para aquellos sectores de la sociedad del país que esperaban una flexibilización. Aunque ya se había anunciado que no se realizarían modificaciones, el gobierno del país es como una veleta, ya que posteriormente había anunciado que sopesaría cambios dando de nuevo esperanzas a muchas familias.
Ahora llega la confirmación, no se harán cambios y así se ha anunciado en la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) y la Asamblea Popular Nacional (APN), actos celebrados en Beijing. Parece ser que la esperanza de las familias chinas guardaba relación con la fusión del Ministerio de Salud y la Comisión para la Planificación Familiar, se generaron dudas sobre la regulación demográfica, pero como ya anunció el Gobierno chino en el año 2012, la situación permanece invariable.
Se puede decir que la diferencia de género se incrementará, recordemos que la falta de mujeres ha provocado la creación de sitios en la red en los que las madres chinas buscan pareja a sus bebés varones, son páginas de contacto que intentan ayudar a garantizar que los niños tengan pareja cuando sean adultos. Este tipo de iniciativas no son nada recomendables y como ya explicábamos en su momento, el Gobierno del país debería haber replanteado su decisión porque en cuestión de unos años la diferencia entre géneros será mucho mayor. Si hace un par de años podíamos saber que por cada 117 niños, nacían 100 niñas, se podrá comprobar que esta diferencia se acentuará en los próximos años.
Según podemos saber a través de Spanish China, el Gobierno sigue hablando de exceso de población, de recursos limitados y de otras cuestiones que impiden un cambio en la política del hijo único, además se apunta que en todo caso, lo que se va a hacer, es reforzar aún más esa política, sin embargo, se mantendrán las pruebas piloto en las regiones con una baja tasa de natalidad aunque con un mayor control. Ahora dicen que persiguen mejorar la calidad de vida de la población antes de pensar en la natalidad a nivel nacional, algo que no creemos en absoluto sabiendo que el país está conducido por un régimen autoritario. En fin, como decíamos, el Gobierno chino cambia de decisión continuamente y quizá se replanteen de nuevo el cambio, no tardaremos en conocer nuevas noticias al respecto.
Foto | Peron
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La política del hijo único en China se mantendrá invariable