La política monetaria: la cantidad de dinero y el tipo de interés

Por Elorodesalomon

El pasado martes 2 de julio, Simón Pérez y Antonio Alcón (Gerente de ISEFI) hablaron sobre el precio del dinero, ya que creen que es importante saber cómo se estructura la cantidad de dinero y su influencia en la economía real. Os dejamos el audio del programa: http://www.youtube.com/watch?v=DSkBmNIkdcc&feature=youtu.be

El precio del dinero, por definición, es el tipo de interés. Imaginemos que queremos alquilar un coche de gama alta, y decides alquilarlo durante un fin de semana. Supongamos que eso nos cuesta 200€. ¿Qué son esos 200€? Pues es el precio de disponer para nuestro uso y disfrute de un coche durante un fin de semana.

¿Qué es el tipo de interés? ¿Y el Euribor 0,5%? ¿Qué quiere decir cuando un banco te hace un préstamo al Euribor más el 2? Pues que durante un tiempo determinado vamos a disponer de X dinero, por el cual nos van a cobrar el tipo de interés de referencia.

Por lo tanto, el tipo de interés es el precio del dinero a un plazo. Si los reguladores monetarios reducen los tipos de interés, como hizo el BCE en su última reunión (o cómo hizo EEUU hace un tiempo), está poniendo el dinero más barato. Con esto conseguimos que los agentes económicos demanden una mayor cantidad de dinero para invertir. Es decir, facilitas el crédito haciéndolo más barato y desincentivas la inversión a plazo fijo y en renta fija porque bajan las remuneraciones de los productos de renta fija porque están vinculados a los tipos de interés.

Lo que hace esto es facilitar que el dinero corra (por la economía) y así conseguir que no decaiga el consumo y que se consigan hacer inversiones…

Veamos qué dice la teoría al respecto haciendo una aproximación a la teoría cuantitativa del dinero.

M x V = P x T

masa de dinero x velocidad del dineroprecio x transacciones realizadas

Cuando cambiamos el precio del dinero, aunque no cambiemos la masa monetaria, y aunque supongamos que no cambian los precios de la economía ni el número de transacciones, la velocidad del dinero se vuelve más rápida porque como se fomenta el mercado crediticio haciendo más barato el dinero, la gente invierte a crédito, consume a crédito, y los que tienen hipotecas tienen que pagar menos hipoteca, por lo tanto tienen más renta disponible para otros elementos que no los créditos previos. En resumen, como el consumo tiene una mayor velocidad que el ahorro, si se rebajan los tipos de interés aumenta la velocidad del dinero porque se desincentiva el ahorro y se incentiva el consumo.

Reducir el precio del dinero es una política expansiva que en principio pretende que la economía crezca. Es básicamente lo que ha hecho EEUU durante los últimos 3-4 años. Por lo contrario, incrementar el precio del dinero es una política contractiva, y ya se está haciendo en alguna economía emergente por tensiones inflacionistas y de crecimiento.

¿Pero cómo puede tener sentido que los reguladores quieran contraer la economía? En una economía que esté creciendo al 4%-5% anual con una inflación del 3,5% y que está generando burbujas (ya sean crediticias, inmobiliarias o de otra índole), puede tener sentido que el regulador quiera contraer la economía subiendo los tipos de interés. Es una medida de control para que esas inversiones que se están haciendo de forma masiva, no se encuentren después con una sorpresa de fatales consecuencias. Por el contrario, cuando el entorno es desfavorable, es correcto aplicar una política expansiva.

Ya hemos analizado la primera variable, el precio del dinero, y hemos aclarado cómo afecta a la economía. A través de los mercados de crédito y de los mercados de bonos se canalizan mayores recursos hacia la economía real a un precio más barato. No es que haya mayores recursos, sino que el precio es más barato y la reducción de los costes financieros de los tipos de interés de los préstamos aumenta los recursos disponibles para el consumo en otros elementos diferentes al ahorro, la reducción de deudas o el pago de los intereses de las mismas.

Ahora consideremos la cantidad de dinero. En cierto modo es una variable muy parecida al precio: aumentar la cantidad de dinero podría verse como hacerlo más barato (es una política monetaria expansiva). Al aumentar la masa monetaria estamos incrementando el dinero que hay. Funciona igual que la ley de la oferta y la demanda, cuanto más hay, menos vale y, por tanto, más suben los activos. Las inyecciones monetarias que se producen, no suponen a priori un incremento de la riqueza para nadie, sino una percepción de mayor riqueza, con lo cual, al meter más dinero en el sistema financiero lo que se logra es que todos los activos suban. No por una razón fundamentada en términos reales sino monetarios, porque al haber más dinero, todo vale más o, dándole la vuelta, como todo vale más, el dinero vale menos.

Aumente M o V deben aumentar P o T, y esa es la gran duda del efecto esperado de la política monetaria, si aumentarán las transacciones y por tanto crecerá la actividad económica y comercial real, o bien únicamente acabará suponiendo un efecto inflacionista que puede generar en primera instancia una apariencia de efecto riqueza pero que rápidamente se esfuma.

Si las inyecciones monetarias hacen subir los mercados, pero no cambia ningún elemento real en el mercado, cuando se detengan los estímulos los mercados dejarán de subir e incluso bajarán. Si además de detener los estímulos se retira la liquidez inyectada y no ha habido cambios en el plano real, los mercados volverán a su punto de partida.

Esta es otra de las principales formas con las cuales los reguladores monetarios pueden actuar. Una vez bajado el tipo de interés, se observa que las entidades financieras no están drenando hacia la economía real dichas bajadas de interés, que estamos con un Euribor del 0,5% y que cualquier empresa que pide crédito como mínimo le piden el 9,5%. Visto que estas bajadas de tipos no se están trasladando a la economía real, los operadores monetarios lo que están haciendo es inyectar moneda, lo cual no pasa por el control de los bancos comerciales ni depende de decisiones discrecionales de éstos, y tiene un impacto directo en los mercados financieros controlable por los bancos centrales emisores de moneda.

Mientras estemos en un escenario con tipos de interés bajos y políticas monetarias de inyección de dinero, lo que se está fomentando es que el dinero pierda valor, que las cosas aumenten de valor monetario, estamos propiciando inflación (que será el problema los próximos años una vez superemos la fase de no crecimiento).

Ya hemos visto, por tanto, las dos principales formas que tiene un regulador de expandir la economía: bajar tipos de interés e inyectar moneda en el sistema. A la contra, si el regulador quisiera contraer la economía retiraría liquidez del sistema y subiría los tipos de interés. Son las dos formas históricas y básicas de hacer política monetaria.