La posada del viajero

Publicado el 29 marzo 2016 por Aleon @Aleonpizarro
de Armando Rodera.


Título: La posada del viajeroAutor: Armando Rodera.Editorial: Amazon Publishing, 2015Páginas: 376

Resumen oficial.Cantabria, finales del siglo XIX. Tras la inesperada muerte del cabeza de familia de los Abascal, su viuda e hijos deberán sacar adelante una pequeña posada de viajeros, en el corazón de la villa marinera de Suances.La llegada de Declan Mclister, un irlandés errante que ha pasado sus últimos años en Cuba, trastocará la vida de la familia Abascal al completo, sobre todo la de las dos hijas solteras, María y Amaya. Rencillas, celos y malentendidos entre las hermanas se sucederán en el interior de un hogar cuya tranquilidad ha terminado para siempre.Pero los verdaderos problemas comenzarán cuando, sin querer, los habitantes de Casa Abascal se vean involucrados en una compleja conspiración política.Romance, aventuras e intrigas son los ingredientes principales de esta deliciosa novela de Armando Rodera.Impresión personal.Éste es el segundo libro que leo de Armando Rodera y la verdad es que nada tiene que ver Caos Absoluto, tanto por su temática como por su género, con esta publicación que hoy os traigo. La posada del viajero no es novela negra tal y cómo suele acostumbrar a escribir el autor. Diría que es una novela de ficción histórica, pero también costumbrista y romántica y esa mezcla me ha gustado especialmente. No obstante, toda la parte familiar, la de las relaciones familiares en el seno de la familia Abascal me ha resultado, en más de una ocasión, excesivamente lenta y hasta irreal para los tiempos en que se desarrolla la acción. Aún así, la estructura de la novela me ha resultado interesante y la ambientación en el Norte de España, excelentemente retratada.

La posada del viajero se desarrolla en dos hilos temporales, uno de ellos consecuencia del primero: a partir de 1873, tras el incendio de un barco en Santander que supuso la muerte de más de quinientas almas, entre ellos, el padre de Amaya Abascal que junto a su madre ha de hacerse cargo del negocio familiar, la posada que regentan en Suances. A la vez, conocemos a Declan Mclister, irlandés, que tras quedarse huérfano en su Irlanda natal, decide probar suerte comenzando una nueva vida en Cuba.
En el segundo hilo temporal, volvemos a encontrarnos con una Amaya Abascal de unos 20 años y un Declan Mclister que acaba de llegar a España procedente de Cuba y que es recogido en el camino por la propia Amaya, al estar éste fuertemente herido.
De los dos hilos temporales, el que más me ha gustado ha sido el que se desarrollaba en Cuba, entre otras cosas porque el personaje principal y los secundarios me ha resultado más creíbles y el ritmo mucho más vivo. Los sucesos que acontecen en el posada me han resultado en más de una ocasión excesivamente lentos (supongo que tan lenta era en realidad la vida de la posada) y poco creíbles. No he conseguido creerme a los personajes. La madre excesivamente rígida en un lugar donde no pasa nada prácticamente, una excesiva obsesión por el trabajo hasta cuando no hay gente alojada, como si no hubiera tiempo ni para respirar a todas horas y esa "madre" siempre al acecho, temible y autoritaria. Por contra, un abuelo permisivo en cuestiones que en esa época no me han encajado y dos hermanas insufribles en su pelea por un hombre que se ha alargado excesivamente para mi gusto. Sin embargo, el irlandés me ha resultado un personaje más verídico seguramente porque su propia vida es más activa y real para la época.
Por el contrario, me ha encantado la ambientación, tanto la de la parte cubana como, desde luego, la de Cantabria. El autor nos realiza una excelente recreación de lugares como Suances, Santillana del Mar y Comillas. Tengo claro que me he quedado muchas cosas atrás cuando he recorrido la zona y que el libro es toda una invitación a volver. Esta magnífica ambientación unido a unos hechos históricos bien hilvanados y reales, hacen que toda la acción que se desarrolla sea muy completa y bien encajada en el ámbito de la historia de amor entre Amaya y Declan.
En definitiva, creo que La posada del viajero es un libro entretenido que va de menos a más, que se desarrolla en parajes inigualables y en una época histórica de mucho interés. Aunque la historia (la doble historia) me ha resultado de gran interés, creo que el ritmo podría haber ganado mucho en agilidad y que hay partes de la vida de la familia, en especial, de las dos hermanas, que podrían haberse obviado.