Ante las molestias de las contracciones buena parte de las mujeres se meten en la cama a la espera de dilatar, especialmente en los países desarrollados. Sin embargo, según los resultados de una revisión, durante la etapa inicial del parto lo mejor es estar de pie o caminar ya que así se acorta la duración de esta primera fase.
Históricamente, las tribus y pueblos antiguos daban a luz a sus vástagos en posición vertical, ya fuera de pie, de rodillas, en cuclillas o sentados. Hoy en día algunas culturas siguen usando estas posturas, sobre todo en África, Asia y Sudamérica. Pero la medicalización del parto ha llevado a muchas mujeres a parir tumbadas. Esa horizontalidad se ha extendido también a las primeras fases del parto. Pero esta forma de traer hijos al mundo, además de no contar con la fuerza de la gravedad como aliada, podría restar eficacia a las contracciones del útero.
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