Mundos paralelos, ciudades imposibles. De esto trata la postal de la semana que, con ayuda de los inocentes charcos de agua que de vez en cuando se hospedan sobre el suelo de Madrid, nos regala una mirada difícil de percibir.
El Palacio de Comunicaciones es ya de por sí una de las más bellas construcciones de cuantas habitan Madrid. Majestuoso, elegante y fino, tenerlo ante los ojos es toda una bendición así que ¿Te imaginas que ocurriría si lo pudiéramos admirar por partida doble? Esto es lo que nos propone Guido Gutierrez en esta bella captura que hoy quiero compartir con todos vosotros.
Guido es un maestro de los reflejos y siempre, acompañado de su teléfono móvil, consigue mostrarnos un Madrid sorprendente. No hay ni trampa ni cartón, con el ojo y la atención adecuadas es posible ver momentos así. En su página web podéis comprobarlo. ¡Os invito a echar un vistazo!
Cibeles, Palacio de Comunicaciones y el espléndido cielo azul que cubre nuestra ciudad. Todo tiene su réplica exacta en esta líquida y casi inapreciable reproducción. La muestra irrefutable de que a Madrid conviene pasearla con los ojos bien despiertos. Su habitual belleza se multiplica en los lugares menos esperados.