Revista Cine

La postura del hijo (Pozitia Copilului), Rumania 2013

Publicado el 07 febrero 2014 por Cineinvisible @cineinvisib

Hace un año el festival de Berlín entregaba, fervorosa y muy justificadamente, el Oso de Oro a esta película procedente de la llamada “nueva ola rumana”. Un melodramón, de esos de cortar con hacha, que no deja ni un respiro al espectador y que en este mes de febrero, dedicado al corazón, ilustra, quizás, el amor que menos límites se impone: el maternal.PH1Cornelia, la protagonista de este sublime drama (encarnado por una de las mejores actrices europeas: Luminita Gheorghiu), antepone todo lo existente a la atención, el mimo y el cuidado de su único hijo. Magnifico retrato de una sociedad de nuevos ricos, en que la corrupción sistemática, las llamadas de teléfonos para compensar favores pasados y la prepotencia de un determinado grupo social que se cree todo permitido, gangrena todo un país.PH2Tras una extraordinaria fiesta de cumpleaños, que se percibe más organizada para mantener los contactos al día y la agenda bien repleta que por puro deseo de compartir un buen momento con los amigos, Cornelia recibe una llamada del accidente que acaba de sufrir su hijo treintañero. Resultado de 50 kilómetros/hora más de lo permitido: un niño de 13 años fallecido en el acto.PH3Pero a Cornelia, cuando se trata de su hijo, no le detiene nada ni nadie. Desde el momento en que llega a la comisaría de policía, las cosas ya se empiezan a poner tensas. Una madre, y sobre todo, una mujer como Cornelia, defiende a sus vástagos con uñas, dientes y motosierras, si es necesario.PH4Un escenario eléctrico, una cámara esnifada, unos actores en tensión, una arriesgada puesta en escena y una sangrienta autocrítica de la realidad socio-cultural-económica-política son los ingredientes de esta nueva ola de cine rumana, apegado a la actualidad y sin pelos en la lengua.PH5Directores como Cristian Mungiu (4 meses, 3 semanas y 2 días, Historias de la edad de oro, Más allá de las colinas…) o Corneliu Porumboiu (12:08 al este de Bucarest, Policía: Adjetivo…) o el director de este tercer largometraje, Calin Peter Netzer, están llevando el cine rumano a los mejores festivales internacionales, pese a las críticas que reciben de sus compatriotas por mostrar una imagen negativa del país. PH6Otro ejemplo perfecto de un cine sin concesiones, hipnótico y crítico, que se disfruta sin límites. La última escena es de las que tardaré años en olvidar… si es que alguna vez logro borrarla de mi mente. Y es que no hay amor, como el amor de madre.


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