La Prensa británica no encaja bien la nueva derrota en Creta y arremete contra su Gobierno – 03/06/1941.

Por Lupulox
Un prisionero de guerra británico durante la campaña de Grecia, custodiado por un Panzer.
Camaradas,
En Londres se ha desencadenado un furioso temporal de críticas y vituperios con motivo de la nueva derrota que los británicos han sufrido en Creta. La gente vuelve a sus quehaceres tras cuatro días de asueto con motivo de la festividad del Banco de Primavera y se encuentra con otro problema más urgente: el de los cupones para hacer las compras de ropa y calzado. Problema algebraico, lleno de chascos e interminables engorros para una voluminosa comunidad de horteras y de consumidores acostumbrados a los vicios del sistema capitalista del que han mamado. Apenas si hay ocio para meditar en una isla perdida en el Mediterráneo oriental. Apenas si hay holgura para leer y discutir las violentas diatribas que aparecen en los periódicos. Cuando lo cierto es que se trata ya de la cuarta retirada que en esta guerra efectúan por mar las tropas imperiales. La quinta, según advierte The Times, si tenemos en cuenta el abandono, luego rectificado, de la Somalia Británica.
Esta misma viñeta se ha publicado en la prensa inglesa en mayo de 1940 y en mayo de 1941.  "¿Hemos aprendido?  No podemos parar a los tanques sólo con valientes corazones.  Enviadnos más máquinas."
Mientras los diarios de ayer contaban "la trágica historia de Creta", la mitad de la población de esta isla se hallaba de vacaciones. Lo subraya con ira Daily Mail. "Los pasillos de los trenes estaban hacinados de gente. La labor de limpiar los escombros de las calles de Londres —aún cubiertas de la mampostería desbaratada por el ataque aéreo del 10 de mayo— quedó casi paralizada." Y se pregunta el periódico: "¿Dónde estaban los hombres? ¿En las carreras de caballos?" Dice luego que el país está gravemente preocupado por lo que ocurre. Yo no lo noto. Está, preocupado, sí, por los cupones para la ropa y el calzado, pero ahí para todo. Los periódicos le meten a uno el corazón en un puño. "¿Cuándo nos vamos  a poner seriamente manos a la obra de ganar la guerra", se preguntan, "¿Cuándo vamos a ver un fin a las retiradas magistrales?"
Prisioneros de guerra en manos alemanas. 
Hasta el conservador The Times se suma al coro inquisitorio. El Daily Mail llega a acusar veladamente al mismo Churchill. Creta no estaba siquiera fortificada. Los británicos ocuparon en noviembre la isla para poder emplear la bahía de Suda como base naval. No se emplazaron siquiera baterías de costa. "La batalla de Creta se perdió no en el mes de mayo de 1941, sino en el mes de noviembre de 1940", telegrafía desde El Cairo un corresponsal de guerra que ha salido también de Creta. News Chronicle copia, para criticarla con ásperos sarcasmos, una declaración de los famosos “círculos bien informados de Egipto", que mantiene que los alemanes no podrán ir más allá de Creta. "Es absurdo —dice— cuando comprobamos que hemos perdido Creta por que carecíamos de cañones antiaéreos, de cazas de gran radio de acción y de planeadores." "¿Por qué no podrán conquistar también Chipre?" Daily Herald, el diario socialista, se distingue en la acrimonia. "Imbéciles rematados seremos si no escuchamos la advertencia o si despreciamos la significación de lo ocurrido en Creta."
Un Fallschirmjäger custodia a varios soldados británicos apresados.
Todos los periódicos hacen resaltar que "los desembarcos británicos empezaron en noviembre", que "suponíamos que se habrían hecho todos los preparativos para afrontar el ataque alemán" y que "la lucha duró solamente doce días”. The Times, sin escatimar el encomio al "ingenio y osadía" de la táctica que ha triunfado en Creta por el método del paracaidismo y del transporte de tropas en avión y por el empleo de masas inagotables de aeroplanos de toda clase y especialmente de los viejos y baratos, pide una respuesta a la crítica más fundada y universal: si desde el primer momento se supo que el éxito o el fracaso en la defensa de Creta dependía en gran medida del constante apoyo aéreo, ¿por qué se embarcaron las fuerzas británicas en la defensa sin contar con ese apoyo? ¿Se sabía que la defensa tendría que hacerse sin ese apoyo? Y si se sabía, ¿desde cuándo? En esas preguntas concreta The Times su mesurada requisitoria donde también admite la importancia suprema que el arma aérea tiene en las operaciones marítimas y terrestres.
Prisioneros Aliados en Creta.
Porque ya nadie lo duda: es la aviación la que ha ganado la batalla de Creta. En el aire, en el campo y en el mar. ¿Estaremos asistiendo al principio del fin de Gran Bretaña, al definitivo derrumbe de la resistencia civil? De lo que no cabe duda es que habrá que contestar desde arriba a todo esto, y que el Parlamento intervendrá, no sin calor y severidad, en la polémica. De momento, lo más seguro es que Sir Winston Churchill se encuentre en estos momentos ahogando sus penas en alguna botella de güisqui escocés. Porque lo que es el sabroso vino tinto de Creta, ése sí se que se le ha acabado.
Gott straffe Engeland!