noviembre 2, 2011por BocanegraDejar un comentario
Que el dinero, los mercados y las primas de riesgo temen a la democracia era algo que todos hemos tenido más o menos claro, pero después de lo de ayer ya no queda ninguna duda. Cuando Papandreu anunció el referéndum todo dios se echó a temblar porque cabe la posibilidad de que los griegos decidan su futuro. Eso no es lo peor. Lo peor es que además pueden decidir sobre el futuro de los bancos franceses y alemanes. Esos bancos que han estado desangrando a las arcas griegas el tiempo que buenamente han podido.
Pero los tiros no van por ahí. Lo de los banqueros y los bancos lo tenemos todos muy clarito. Venderían a su madre por unos buenos intereses a medio o largo plazo siempre y cuando el comprador pueda avalar el pago con su vida o la de su familia. Lo que me ha sorprendido, o no, ha sido la portada de los grandes diarios españoles. La mayoría de ellos no han dudado en abalanzarse sobre Grecia y tildarlos de todo menos de bonitos.
El País, que en la misma portada acusa al PP de tener un programa ambiguo de corte liberal afirma ni corto ni perezoso que “Grecia empuja al euro al abismo”. Qué ‘salaos’.
ABC afirma “Grecia se hunde y nos hunde”. Claro, es lo que tiene la democracia que siempre ha ido hundiendo pueblos allá por donde ha pasado. Si uno que yo me sé levantara la cabeza… vamos, la volvía a meter bajo tierra.
El Mundo, menos victimista que los dos anteriores, habla de “órdago” de Papandreu pese a las presiones de la UE. Vamos, esto de la democracia es como las cartas, cuando menos te lo esperas ‘te la meten doblá’.
Y bueno, mención especial a El Periódico de Catalunya que se ha marcado un titular de lo más cómico: “Grecia la lía”. Seguro que su director acaba de ver el vídeo de la socorrista que había mezclado mal los sulfatos y no soportó dejar de hacer el chiste fácil.
Pues esta es la prensa que tenemos. Medios de comunicación con intereses neoliberales que intentan hacer creer a sus lectores que la democracia la carga el diablo y que no es buena para los estados de ánimo. De todas formas siempre queda un halo de esperanza y aunque podría seguir poniendo ejemplos de portadas que originan una mezcla de asco, miedo y vergüenza termino este post con la del diario Público. El único que ha intentado poner un poco de coherencia en esta maraña de intereses económicos desbocados. Ya sabe, un pueblo es lo que leen.