Además del norte.
Yo creo que a nadie se le escapa que eso de informar por informar y además de manera objetiva no existe. La prensa tiene un cometido muy claro dependiendo de su alineación. Leer a tal o cual periodista, nos gusta más o menos, dependiendo de donde se encuentre en nuestra escala de valores políticos, sociales o, incluso, futbolísticos.
Hay periódicos de izquierda, de más a la izquierda, de la derecha, de más a la derecha y todos defendiendo su ideología y barriendo para casa siempre. A nivel nacional y en el plano deportivo, casi todos son prensa madridista, en eso al menos coinciden, aunque localmente, en todos los casos prácticamente, la prensa apoya y está siempre al lado del equipo de su ciudad.
En esto, el Sevilla FC y el sevillismo son una rara avis. Lo que le ocurre al Sevilla FC con respecto a la prensa no le pasa a ningún equipo de España y además hay que soportarlo estoicamente, como llevamos soportándolo desde hace décadas y como ya hemos demostrado más de una vez.
Si, por ejemplo, al Valencia CF le dicen, hoy por hoy, que va a tener un pelotón de periodistas levantinistas dándole caña al club un día sí y otro también, no saldrían de su asombro y además las carcajadas podrían oírse en la China. Si además les dicen, para colmo, que van a contar con algunos periodistas valencianistas –los suyos- haciendo lo mismo, no se levantan del suelo de la risa. Ya, para rematar, si les contamos el chiste de que, ante las anteriores situaciones, el resto de periodistas valencianistas –los más suyos todavía- quieran ser objetivos y cautos con la información que dan del equipo valenciano, y que nada de partidismos como hace el resto de la prensa del mundo mundial, apaga y vámonos.
Brutus, hijo mío, ¿tú también?
El caso sevillista es un caso de estudio, pues esta situación es la que ocurre, ni más ni menos, teniendo en cuenta que es el equipo más grande y que más gloria ha dado a esta ciudad, y que el siguiente a él está a años luz de poder ni tan siquiera soñar con esa situación. Esto, además de ser una perogrullada del que lo escribe, es un dato objetivo indiscutible. La prensa deportiva en esta ciudad ha perdido el norte y está inmersa en un gazpacho tal, o si lo prefieren, en una Tutti Frutti informativa, en las que se creen de verdad situaciones anodinas, que en otras circunstancias y lugares les parecerían esperpénticas.
Atención especial la que le dedicamos estos días a El Mundo. Un diario personalista, porque es un medio supeditado a una persona muy concreta y específica, Pedro J. Ramírez, a su forma de entender la política, la sociedad y en este caso, el deporte. Algo muy grave y peligroso, teniendo en cuenta la parcela de poder que acapara unipersonalmente, protagonista directo y parte clara en muchos casos de calado político, suponiendo esto un escándalo para muchos. Algún día nos detendremos en las subvenciones que la prensa recibe y los ejemplares gratuitos que pasan a ser leídos en los colegios y por qué esto es así. Coño, si los pagamos con nuestros impuestos, por lo menos que lo lean nuestros chicos. Aunque no sabe uno qué es mejor.
La paja en ojo ajeno y el rascacielos en el propio.
Y claro, no podíamos llegar hasta aquí, sin hablar de uno de sus periodistas en Sevilla, como es Antonio Félix, al que le dediqué el otro día un artículo en este mismo blog, del que lo único que puedo achacarme es el haberle dedicado algunas palabras malsonantes. Un poco de autocrítica nunca viene mal y vayan desde aquí dirigidas mis disculpas a este señor, algo que no me cuesta absolutamente nada hacer, pues somos caballeros.
Dicho esto, siga mi crítica basada en mi derecho a la libertad de expresión, basada en la situación que José María del Nido crea en cuanto al dinero de las televisiones. Un personaje molesto sin duda alguna para Madrid, para la prensa capitalina, que ve al mismo tiempo que el espectáculo que hace que venda más, debido al fichaje y al acaparamiento de todas las estrellas mundiales, pueda verse frustrado en el futuro y quede mermado.
Y este es básicamente el problema, amén de las tirrias personales que Antonio Félix pueda tener con respecto a Del Nido, que dicho sea de paso parece que no tiene filiación futbolística, aunque nadie puede negar su buena acogida y simpatía desmesurada en la parroquia verdiblanca, no así en la sevillista, datos estos que pocos me podrán negar.
Este periodista no es más que un empleado de su periódico y atiende a su línea editorial sin duda alguna. No hay más leña que cortar aunque pueda parecer simplista, pero no menos simplista es caer en la cuenta que la institución que este señor critica y llamada como Sevilla FC SAD, es la mejor concebida en los últimos 60 años, insisto, aún en horas bajas, y esto solo lo consiguió el actual Consejo de administración.
Con todo y con esto, atendiendo a mi espíritu crítico sevillista por naturaleza, podría incluso darle la razón en sus planteamientos de fondo, que no lo hago ni por activa ni por pasiva, quede claro, pero en el fregado en el que nunca puede este señor meterse es en el de comparar las idiosincrasias de las aficiones sevillanas, poniendo a la sevillista a la altura de la bética, hablando de procesos de “creaturización sevillista”.
Tuve el dudoso placer de hablar con este señor periodista y le planteé varias cuestiones fundamentales para apoyar sus tesis, para que me las respondiese, entre ellas, que probase en qué parte del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán se cantaba el “hola, hola, hola, donjosemaría”, que similitudes exactas eran y que diese más pruebas de la situación a la que se refiere como corresponde a un periodista de su categoría, ante lo cual me respondió con evasivas.
Cosa de la que me alegro, pues solo confirma mi teoría de la línea editorial impuesta por “DonPedroJRamírez”.
No importa qué digamos y qué le requiramos, anoche mismo siguió con su cantinela, (para eso le paga don Pedro J., mire usté), en una de las televisiones locales, según pude saber en twitter.
Y que quede claro que animo desde aquí al sevillismo a estar muy alerta a todos los movimientos de este Consejo de administración, como lo estuvo siempre con todos los anteriores y como lo estará con todos los que tengamos en el futuro y actuar en consecuencia como siempre lo hicimos a lo largo de la historia. Esto es santo y seña exclusivo de nuestra afición, el creaturismo, es otra cosa. Por eso el Sevilla FC es lo que es en esta ciudad y esto es de lo que no se enteran algunos.
Afortunadamente, Internet es una herramienta maravillosa, la cual sirve para desenmascarar a todos estos personajes, saber de los intereses que mueven y sobre todo de fiscalizarles y que se pongan las pilas. Ya no es igual que antes. El corporativismo se va a acabar.
El sevillismo, entérate bien Antonio Félix, es sabio.
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