Así el panorama, para Real Madrid no hay nada como La Liga para curarse las heridas. Por volver a jugar en su estadio ante su público, por hacerlo apenas tres días después de caer en el Vicente Calderón, y porque el visitante es un Córdoba recién ascendido al que se le presupone muchísima más ilusión que fútbol para inquietar al gigante blanco. No hay lugar para más tropiezos en la Casa Blanca. Al contrario, el debut liguero debe servir como el puente ideal para encarar el sorteo de Champions League y la entrega del Premio UEFA al Mejor Jugador el próximo jueves de la mejor manera.
Para ello, se espera que Carlo Ancelotti haga algunos cambios en el once ideal. No en el arco, donde se presupone que Iker Casillas será el titular para esta temporada y se hará oficial en las próximas horas. Pero quizás sí en la defensa y en el mediocampo, para repartir así minutos entre todo el plantel. Con sólo Jesé Rodríguez y Fabio Coentrao lesionados, más el descartado por traspaso Di María, la duda reside en la presencia de Cristiano Ronaldo en el once inicial. Está en la convocatoria, como Khedira, pero otra cuestión distinta es que terminen jugando.
Por parte del Córdoba, Chapi Ferrer no podrá contar con el ex madridista Raúl Bravo después de que rescindiera su contrato en las últimas horas. Ni tampoco con Borja García, procedente del Castilla. Con el aval del buen fútbol practicado en categorías inferiores en los últimos años, Córdoba se enfrenta al más duro de los exámenes para un debut, ante el campeón de Europa, en una cancha que hace 42 años que no pisa y donde nunca antes sumó un solo punto. Un reto colosal ante el que no tiene nada que perder.
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