Una semana atrás el Trading Post señaló que el precio de la plata podía dispararse ya que se vio más impulsado con los metales industriales por el optimismo ante la mejoría de las condiciones económicas globales.
De todos modo, ese razonamiento no debería aplicarse al oro. Su uso industrial es mínimo.
Tampoco podría decirse que el temor de inflación actual es la causa. Las tasas implícitas de cinco años de Estados Unidos están estancadas en la mitad de su rango de cuatro años.
Asimismo, las crecientes expectativas de la Reserva Federal de EE.UU., que decaerán el mes próximo, tenderían a afectar el precio del oro.
Pero quizás esto ya se dio por descontado y los inversores reconocen que los bancos centrales seguirán teniendo excesiva laxitud en el futuro previsible.
El dólar, moneda en que se establece el precio del oro, está alcanzando las cotizaciones más bajas en muchos años. Esto pudo haber contribuido.
Sea cual fuese la causa del repunte, está volviendo a invertirse en fondos de oro. La demanda de China es fuerte.
El oro ahora debe pasar la barrera técnica de los u$s 1.350. Si logra hacerlo, los fanáticos del oro verán que la tendencia vuelve a inclinarse a su favor. Lo ocurrido puede ser el impulso más importante del precio del oro. - Colaboración: El Cronista - Por JAMIE CHISHOLM.