La primera dama que nunca lo fue, Martha Jefferson (1748-1782)

Por Sandra @sandraferrerv
Martha Jefferson fue la primera pero no la única esposa de algún presidente norteamericano que no llegó nunca a ejercer de primera dama. Quizás es por esto por lo que se desconocen muchos aspectos de su vida privada, incluso sus rasgos físicos pues de ella solamente se conserva una silueta. Lo que sí sabemos es que su muerte dejó desolado al que sería el tercer presidente de la historia de los Estados Unidos de América.  Creciendo en la plantación Martha Wayles nació el 30 de octubre de 1748 en el condado de Charles City, en Virginia. Sus padres, John Wayles y Martha Eppes eran de origen inglés y vivían de la producción de sus plantaciones. Su padre era también abogado y comerciante. Martha no llegó a conocer a su madre quien murió 6 días después de dar a luz a su única hija. Aun así, Martha tuvo otros medio hermanos pues su padre volvió a casarse dos veces más y mantuvo una relación de concubinato con una esclava con la que también tuvo hijos. En total, Martha tuvo 7 medio hermanas y 3 medio hermanos.  Se desconoce si Martha recibió una educación formal pero es probable que recibiera formación en su propia casa de la mano de tutores. Así, la joven se convirtió en una dama educada, con conocimientos y una notable capacidad para tocar el pianoforte y el clavicordio. Martha también aprendió los entresijos de la gestión que implicaba una plantación, conocimientos que luego aplicaría en sus propias tierras una vez casada. La señora Jefferson Cuando Martha tenía 18 años se casó con Bathurst Skelton, un abogado y propietario de una plantación de Virginia. Bathurst era hermano de su madrastra. Menos de 2 años duró su primer matrimonio que terminó con la muerte de su marido tras una repentina enfermedad. En ese breve periodo de su vida tuvo a su primer hijo, John. El mismo año en que enviudó de su primer marido, Martha conoció a Thomas Jefferson en Williamsburg. Cuatro años más tarde se casaban y se instalaban en la plantación conocida como Monticello. La pareja tuvo seis hijos pero solamente la mayor, que tenía el mismo nombre que su madre, sobrevivió hasta la edad adulta.  Martha tuvo siempre un gran respeto y amor por su marido, sentimientos que fueron correspondidos. Su saber hacer y la experiencia habida en la plantación de su padre le facilitaron el trabajo en su nuevo hogar que dirigió con gran acierto. Pero la bonita relación entre Martha y Thomas terminó 11 años después de su boda. La débil complexión física de Martha, de quien se creía que sufría diabetes, se vio afectada por la sucesión de embarazos. El último terminaría con su vida, el 6 de septiembre de 1782. La muerte de Martha dejó desolado a su marido quien sólo encontró consuelo en su hija. Thomas Jefferson no volvió a casarse. Cuando se convirtió en presidente de los Estados Unidos, en 1801, fue Martha Jefferson Eppes quien vivió con él en la Casa Blanca durante largos periodos y se convirtió en su confidente.