Como el genio de la botella ha surgido esta abrumadora edición de Las mil y una noches de mano de Atalanta, cogiéndome despistado para una posible reacción de compra navideña. Me entero tarde, pero nunca es tarde, ¿verdad?, para este festín compuesto por tres maravillosos tomos con estuche que nos ha preparado Jacobo Siruela. Con esta edición, los lectores estamos de enhorabuena porque disponemos ahora del texto completo, en la hermosa y cuidadísima traducción directa de Gutiérrez-Larraya y Leonor Martínez, de un clásico entre los clásicos que casi siempre se nos había ofrecido mutilado.
Podría poner aquí las imágenes de los otros dos tomos y más información sobre el contenido, pero tampoco les voy a amargar áun más la patética y tortuosa cuesta de enero. Ello podría hacerles mucho daño y yo, antes que nada, soy un ser compasivo y misericordioso.