Cartel de una de las primeras
películas españolas en que
aparece una arquitecta.
Después de siete años, entre los 2350 títulos que hay en mi base de datos, entre películas, cortometrajes y películas para televisión, en los que aparece un personaje que es arquitecto o estudia esa carrera, solo hay arquitectas en 278 (el 11,8 %). En cuanto a nuestro país, solo hay un total de 125 títulos (5,3 %) españoles, siendo muchas veces coproducciones con otras naciones, de ellos sólo aparece alguna arquitecta en ocho (6,4 %), siendo una de las primeras la antes mencionada. Desde 2017, en siete años, se ha duplicado el número de arquitectas, pero el porcentaje aún es inferior al del resto del mundo.
Captura de un plano de la mencionada secuencia
de Presagio.
- Mire Berta, llevamos ya mucho tiempo discutiendo eso... - Es usted quién discute, yo me atengo a los planos previstos.
- Hagamos un trato, le pondré mármol de Carrara en la entrada, pero por favor colóqueme el hogar en este otro ángulo --señalando a una pared--. Es lo mismo ¿no? - No, no es lo mismo, es cuestión de estética, de proporciones... - Es cuestión de presupuesto, Berta.
- ¿Por qué lo dabas [sic] sin contar conmigo?
Entonces llega un obrero con un martillo en la mano, acompañando al doctor Bruno Walker (Carlos Miguel Solá), un parasicólogo amigo de ella, que lleva otro casco blanco y pregunta: -¿Interrumpo?
El hombre responde:
- Sí, pero no importa. Yo ya he perdido la paciencia ¡Ponga esa chimenea dónde quiera!Y se va, Cuando se quedan solos, el doctor vuelve a preguntar: - ¿Complicaciones?Berta responde: - Las normales.Gracias a este diálogo, habitual entre profesionales de la construcción, parecía lógico que la mujer fuera arquitecta, pero en una conversación con el protagonista ella le dice que se llama Berta Reinaldi y es decoradora.
Cartel de Presagio.
El guionista de esta película es Enrique Josa, con un argumento de su director Miguel Iglesias y, según el IMDb también participó Gabriel García Márquez, pero no aparece en los títulos de crédito de la versión que he visto; estos cineastas no se atrevieron a que la protagonista fuera arquitecta, hay que tener en cuenta que en 1960 solo había ocho arquitectas en España, «llegando a multiplicarse por cuatro entre el curso 1960 y 1970», según se indica aquí, por lo que cuando se estrenó Presagio, solo había alrededor de treinta y dos; por eso quizás hubiera sido extraño que una protagonista fuera arquitecta, para una sociedad tan conservadora como la de entonces, aun teniendo en cuenta que toda la acción transcurre en Italia, posiblemente para evitar problemas con la censura, Fuera decoradora o arquitecta, lo importante en el argumento es la secuencia que se ha descrito antes, en la que la protagonista, que posee poderes paranormales, demuestra gracias a su profesión, que además es una mujer decidida, capaz de defender su trabajo y sus convicciones frente a quienes quieren modificarlos.