En la década de 1940, la humanidad dio el salto definitivo hacia la era digital con la creación de las primeras computadoras electrónicas. Estas gigantescas máquinas, creadas en un contexto de guerra y sed de innovación, sentaron las bases para el gran avance tecnológico que disfrutamos hoy en día, veamos como se desarrolló su historia.
Índice de contenidos
I. Mark 1: computadora de 5 toneladas y 15 metros de alto
II. Colossus: la máquina que salvó incontables millones de vidas
III. ENIAC: la computadora de 30 toneladas
IV. De las válvulas de vacío a los transistores y la era digital
Mark 1: computadora de 5 toneladas y 15 metros de alto
En la década de 1940, la Universidad de Harvard desarrolló la Mark 1. Una enorme máquina que medía 15 metros de largo y pesaba 5 toneladas, pero en aquel entonces, era una verdadera maravilla tecnológica, su cableado interno tenía una extensión de 800 kilómetros y tres millones de conexiones.
¿Como funcionaba? La Mark 1 funcionaba con cintas perforadas, cada perforación indicaba una operación matemática, y la máquina las ejecutaba con precisión y rapidez. Aunque hoy en día nos parezca un dinosaurio tecnológico, la Mark 1 perteneció a la primera generación de computadoras, abriendo el camino para el desarrollo digital del que disfrutamos ahora. Una gigante con un gran legado.
Colossus: la máquina que salvó incontables millones de vidas
Un ejemplo notable es el caso de la computadora Colossus, desarrollada por Alan Turing y utilizada por los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. Con ella, descifraron los códigos de la maquina alemana llamada Enigma, acortando significativamente la guerra y salvando miles de vidas.
Las computadoras de primera generación no solo sirvieron para realizar cálculos matemáticos. Su potencial también se aprovechó en áreas como la balística, (en realidad este fue uno de los motivos principales de su concepción) la meteorología, la criptografía e incluso la medicina.
ENIAC: la computadora de 30 toneladas
La ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Computer) es considerada la primera computadora electrónica digital de la historia (aunque en realidad, la computadora alemana Z1 se construyó primero). La ENIAC fué creada en 1945 por J. Presper Eckert y John Mauchly en la Universidad de Pensilvania, pesaba 30 toneladas y ocupaba una sala entera.
Su funcionamiento se basaba en miles de tubos de vacío, cuando su software requería modificaciones, eran necesarias varias semanas de instalación manual para realizarse. A pesar de su fragilidad y enorme consumo energético, ENIAC pudo realizar cálculos complejos a velocidades inimaginables hasta entonces.
De las válvulas de vacío a los transistores y la era digital
Si lees esto desde un celular, no importa lo pequeño que sea, será mucho más potente en capacidad de procesamiento que la ENIAC, ocupando un espacio tan pequeño que puede entrar a tu bolsillo. Por el contrario, las primeras computadoras, eran verdaderos gigantes tecnológicos y ocupaban habitaciones enteras.
Los científicos e ingenieros no se conformaron con eso y lograron desarrollar máquinas más pequeñas y eficientes. Así comenzó el camino a la Segunda Generación.
Cambiaron los tubos de vacío del tamaño de bombillas por transistores diminutos, como granos de arroz. Los transistores consumían menos energía, generaban menos calor y eran más confiables.
Gracias a ellos, las computadoras se volvieron más pequeñas, rápidas y eficientes. A pesar de su colosal tamaño, fragilidad y complejidad, las computadoras de primera generación abrieron las puertas a un mundo de posibilidades.
Su legado se extiende hoy más allá de avances tecnológicos específicos, ya que sentaron las bases para hacer los componentes electrónicos mucho más pequeños (miniaturización) y el desarrollo de las computadoras modernas que usamos actualmente, para ver Netflix, pedir alimentos, jugar videojuegos, estudiar y trabajar.
Con la idea del legado tecnológico dejado por las gigantes máquinas en la primera generación, terminamos el artículo. Si conoces alguna máquina colosal de esa generación que me haya faltado aquí, coménta abajo en la caja de comentarios. Gracias por leer. Nos leemos de nuevo pronto, saludos.