Leer | 1 CORINTIOS 15.35-58
Jesús es la única personaque tiene una tumba vacía. Todos los demás que han muerto, han regresado alpolvo, pero Cristo está vivo y sentado a la diestra del Padre. Porque Él vencióla muerte, nosotros también tenemos la garantía de que nuestras tumbas estaránvacías algún día.
Cuando Jesús regrese por su iglesia, quienes hayamos muertoen Él seremos resucitados con cuerpos gloriosos. Y los creyentes que esténvivos en ese momento serán transformados al instante.
Sabiendo esto, es naturalpreguntarse: ¿Qué clase de cuerpo tendré? La mejor manera de responderesta pregunta, es ver lo que la Biblia dice acerca del cuerpo de Cristo despuésque resucitó de los muertos. Él no vino de manera invisible en la forma de unfantasma, sino con un cuerpo físico. Habló, caminó y comió con sus discípulos.Pero, aunque era reconocible, también era en cierto modo diferente, y a vecesse valía de palabras o acciones para que pudieran reconocerlo.
Hay algo que puedo decirleacerca de la resurrección: ¡usted se verá mejor que hoy! Dios le dará un cuerposano, glorioso y eterno, perfectamente adecuado para su vida en el cielo.Créame, usted no será defraudado, porque Dios tiene mucho más en reserva paranosotros en el otro lado, de lo que podemos imaginar. Usted estará más vivo delo que jamás pudo estar aquí.
Un asunto importante quedebemos afrontar es cómo prepararse para ese día. Esta vida es apenas un soploen comparación con nuestra eternidad. La manera como vivamos aquí en la Tierra,determinará nuestra capacidad para disfrutar del cielo. El tiempo para comenzara vivir para Dios es ahora mismo.
Fuentes: En Contacto