La probabilidad estadística del amor a primera vista

Publicado el 08 julio 2012 por Oly
Autora:Jennifer E. Smith
Editorial: Suma de letras
Publicación: ebrero 2012
Precio: 17,00€
ISBN: 9788483653159

Páginas: 268
Hoy debería ser uno de los peores días en los diecisiete años de vida de Hadley Sullivan: ha perdido su vuelo y ahora está atrapada en el aeropuerto JFK de Nueva York. LLega tarde a la segunda boda de su padre, que se celebrará en Londres, con una mujer a la que Hadley ni siquiera conoce y que pronto se convertirá en su madrastra. Pero entonces conoce al chico perfecto en la atestada sala de espera del aeropuerto.Su nombre es Oliver, es Británico y su asiento es el 18C. El de Hadley, el 18 A.

Vampiros, hombres lobo, ángeles, brujas... Pensad en la cantidad de libros juveniles que se llegan a publicar todos los meses - sin olvidar las explotadas distopías-. Siendo sinceros, muchos de ellos no están a la altura de las expectativas, ya sea por la calidad, o los argumentos repetitivos; desde triángulos amorosos imposibles, pasando por héroes demasiado ocupados en salvar al mundo, blablabla... Todo ello puede  llegar a saturar un poco, y que conste en acta que soy la primera en disfrutar con ellos. Pero de vez en cuando, muy de vez en cuando, aparece un libro sencillo, emocionante, realista, que se saborea de principio a fin, y deja un sensación más que satisfactoria al terminarlo. El problema llega cuando a ese libro no se le da la publicidad que  se merece, o pasa totalmente desapercibido. ¿La causa? Ni la más remota idea. Podemos dejar para otro día la probabilidad estadística de pasar por alto un libro a primera vista...,  que hoy toca hablar del amor y del destino.

El argumento en un principio es sencillo y previsible: Hadley tiene que viajar a Londres para asistir a la boda de su padre con una mujer que ni siquiera conoce, pero pierde el avión por cuatro escasos minutos. Lo que en un principio no es más que un contratiempo, se convierte en uno de esos momentos trascendentales en la vida. Esos cuatro minutos, doscientos cuarenta segundos, son los causantes de que en su vida haya aparecido Oliver. ¿Puede una simple persona cambiar el rumbo de tu vida? Tal vez un viaje de varias horas parece no dar para mucho, pero lo hará. Hablarán de cosas sin importancia, de pensamientos más profundos, de sus miedos, de sus vidas..., y así, poco a poco, iremos conociendo a la verdadera Hadley, y cómo Oliver marcará un antes y un después. 

-Cuando ya los has vivido- continúa-, cincuenta y dos años pueden parecer cincuenta y dos minutos. -Inclina la cabeza hacia atrás y se traga la pastilla-. Igual que, cuando eres joven y estás enamorado, un vuelo de siete horas puede equivaler una vida entera.
Una de los puntos que más me han gustado del libro es que, en mi opinión, la relación amorosa no es lo más importante, sino el cambio que da la vida de Hadley. Su mundo desde que su padre las abandonara a ella y a su madre no ha sido el mismo, y el rencor y la decepción que siente hacia él es algo que se interpone entre ellos. La historia nos habla del destino, de lo impredecible que puede ser todo; cómo cuatro minutos pueden ser una bendición, pero también que la vida no espera, y hay que aprovechar el momento porque nunca sabes cuando será demasiado tarde. Jennifer E. Smith nos muestra una relación padre/hija emotiva, dolorosa, pero sobre todo creíble.
La idea de que sus caminos podrían no haber llegado a cruzarse la deja sin respiración, como cuando uno se libra por los pelos de un accidente de carretera y no puede evitar maravillarse ante lo aleatorio que es todo. Como a cualquier superviviente al azar, le sobreviene una súbita oleada de gratitud, en parte adrenalina y en parte esperanza.
No nos hallamos ante una gran historia épica, ni un gran amor de película, pero en cierta manera ha sido mucho más gratificante que todo eso. El mensaje que transmite, los sentimientos que provoca, quedan ahí mucho después de haber terminado el libro. El amor a primera vista existe, pero hay otro, uno que llegado el momento, por muy incondicional que sea, si es traicionado, puede ser muy difícil de perdonar.

En cualquier momento, a cualquier hora, un segundo puede ser el responsable de que tu vida cambie por completo, y pensar que tenemos todo el tiempo del mundo no es más que engañarnos a nosotros mismos... Eso es algo que nos demostrarán Hadley y Oliver.

No puedo más que recomendar este maravilloso libro, que si bien, como digo, no encierra entre sus páginas una historia demasiado elaborada, el mensaje que transmite suple por completo esa carencia


Puntuación sobre cinco