Ya podemos decir que tenemos un Catálogo nacional de especies invasoras, que viendo el descontrol y vacío que teníamos sobre este espinoso tema, es como para estar contentos. Y eso contando con los numerosos fallos de este catálogo, que los tiene y bien gordos. Entrando a valorar uno de los aspectos que más ha dado que hablar al público general podemos afirmar que uno de los grupos animales sobre los que se hace mayor hincapié en este proyecto son los galápagos exóticos como el galápago de Florida( la popular “ tortuguita” verde con manchas rojas en la cabeza) y otros parientes cercanos, vendidos desde hace décadas como mascotas para los niños pero que a la larga han sido liberados en puntos de todo el país ocasionando percances en la biodiversidad nativa. Ahora queda prohibida la venta de algunas de estas especies pero estemos atentos que otras especies o subespecies que se postulan como candidatas para ser vendidas una vez prohibidas las demás pueden incluso tener mayor capacidad invasora.
Estas especies americanas son francamente vigorosas, los ejemplares liberados han logrado adaptarse ocupando las mejores zonas para solearse desplazando a otros reptiles autóctonos, se reproducen bien y se muestran realmente voraces alterando el equilibrio en los ecosistemas ibéricos donde se han afianzado( no olvidéis que hay sitios donde los hay por cientos ya que la sociedad ha elegido estos lugares para soltarlos como si fuera lo normal).No se puede dejar de lado que estas liberaciones incontroladas se dan en puntos de todo el país por lo que el daño es a gran escala. Poblaciones de anfibios, invertebrados y plantas se han visto claramente afectadas, y paso a mencionar hallazgos científicos recientes que explican en el caso de los anfibios esto que afirmo.
A través de diversos experimentos se ha sabido algo que a mí hasta que lo leí se me escapaba totalmente y es que al parecer los renacuajos de anfibios ibéricos reconocen ciertas señales químicas que proceden de los galápagos autóctonos de manera que ante estas señales huyen a esconderse, responden de manera inmediata. Por otro lado al no haber interaccionado nunca con las especies exóticas recién llegadas permanecen impasibles ante las señales químicas que liberan por lo que se comen fácilmente a los renacuajos de diversas especies de anfibios que nada pueden hacer, quedando diezmadas sus poblaciones por esta predación feroz.
Ahora lo valoro desde el punto de vista de los galápagos autóctonos presentes en Huelva. Su situación preocupa, sobre todo la del galápago europeo ( Emys orbicularis), una especie que en nuestra provincia cada vez es más difícil de ver, no así el galápago leproso( Mauremys leprosa) del que por suerte seguimos teniendo abundancia aunque se percibe su declive y sobre el que recaen los mismos problemas . La competencia que ahora tienen por parte de estas especies alóctonas se suma a la lista de problemas que de por sí tienen como la contaminación de las aguas y la pérdida de hábitat.
Algún día nos daremos cuenta de los percances incluso económicos valorados en muchos millones que está causando el movimiento de especies de unas zonas a otras del globo por accidente o capricho. Mientras tanto las especies exóticas se consolidan como una de las mayores causas de pérdida de biodiversidad a nivel global.