Pronto el joven seguirá a su tío y se hará mercader más que por tradición familiar, por el amor que siente hacia la chica pues su objetivo es labrarse un buen porvenir para poder casarse con ella.
Pero en ese ir y venir para comprar y vender productos, su barco naufragará, rompiendo la promesa que un día le hiciera a Elisa: estar siempre juntos.
A partir de ahí, Giacomo se convertirá, para su sorpresa, en un magnífico orador ya que contará su historia a los habitantes de la isla donde va a parar, la Isla de Nam, también conocida como Isla de los Sueños. Será su forma de mantenerse unido a Elisa y de no olvidarla.
La primera parte se me hizo un tanto reiterativa pero a partir de la mitad la novela comenzó a gustarme a más. La curiosidad me podía: quería saber si tenía un final feliz o, por el contrario, un desenlace triste.
La promesa, como se llamó la novela en un principio, es una historia con una bonita moraleja sobre el amor, ese amor que traspasa las barreras del tiempo y del espacio. ¡Hasta la próxima devorador@s!
Agradecimientos Editorial Círculo Rojo