Margaret Oliphant (1828-1897) fue una autora victoriana muy prolífica. Y es que Oliphant necesitaba escribir no solo como medio de expresión o como necesidad intelectual; necesitaba escribir, y publicar, como medio de sustento para su familia. Tras quedarse viuda- en poco tiempo fallecieron su marido y sus padres- quedó al cargo de sus tres hijos (dos habían fallecido antes del cumplir un año y otro había nacido muerto) y además su hermano Frank Wilson se unió al grupo familiar, acompañado de sus tres hijos, al perder su empleo. Una familia muy numerosa pues a la que Oliphant debía mantener con su trabajo como escritora. Esto la llevó irremediablemente a la publicación de obras de segunda categoría- difícil debe ser mantener un alto nivel a un ritmo vertiginoso de escritura- y que hizo decaer su popularidad. Afortunadamente ha sido rescatada últimamente del semi olvido.
Margaret Oliphant (1828-1897) fue una autora victoriana muy prolífica. Y es que Oliphant necesitaba escribir no solo como medio de expresión o como necesidad intelectual; necesitaba escribir, y publicar, como medio de sustento para su familia. Tras quedarse viuda- en poco tiempo fallecieron su marido y sus padres- quedó al cargo de sus tres hijos (dos habían fallecido antes del cumplir un año y otro había nacido muerto) y además su hermano Frank Wilson se unió al grupo familiar, acompañado de sus tres hijos, al perder su empleo. Una familia muy numerosa pues a la que Oliphant debía mantener con su trabajo como escritora. Esto la llevó irremediablemente a la publicación de obras de segunda categoría- difícil debe ser mantener un alto nivel a un ritmo vertiginoso de escritura- y que hizo decaer su popularidad. Afortunadamente ha sido rescatada últimamente del semi olvido.