La puerta del colegio (II): Logro desbloqueado

Por José Mª Ruiz Garrido @laparejadegolpe
Luke y Leia lo han conseguido. Cada mañana me hacen la misma pregunta, como si aún no hubieran interiorizado del todo que lo del colegio llegó para quedarse definitivamente en nuestras vidas. Cada mañana les preparo el desayuno, los visto, y cada mañana ellos me preguntan: –"¿A dónde vamos?". Y cada mañana les contesto lo mismo: –"Al cole, tesoro".
Como si se tratara solo de la reafirmación de algo que ya saben, pero que quieren volver a oír. Ni una sola mañana me han contestado que no querían ir. De hecho, salen jugando y riendo al descansillo, esperando el ascensor. Bajan corriendo y subiéndose a los escalones y los poyetes que hay en el portal. Y recorremos el camino al colegio de la mano, charlando. Viendo la 'casa rota' que hay donde antes estaba el edificio de la farmacia, o saltando del tocón de árbol que hay antes del semáforo. Esperando pacientemente al 'verde' para poder cruzar. Contando los colores de los coches que vemos pasar o de los graffitis de la tapia. Y escuchando la sirena que suena cada mañana más o menos cuando doblamos la esquina del cole. O cuando nos acercamos a la puerta del cole...
Pero Luke y Leia lo han conseguido. Han conseguido que mi café solo ya no sea tan amargo, que no los deje en el cole con ese pequeño pellizco en la garganta, en las tripas. Entran sonriendo, juntos, ayudándose el uno al otro, acompañándose. Pero sonriendo. Se giran y me buscan con la mirada, como para comprobar que no me he ido todavía, que sigo ahí. Y que sigo sonriendo. Y entonces nos decimos adiós con la mano, con la mirada, y con la sonrisa. Logro desbloqueado.
Así es todo mucho más fácil.
¡Que la Fuerza os acompañe!