Hace algunos días leí en el blog Transformer de Quo un artículo de Darío Pescador que me pareció muy interesante. En él se hace referencia a la desinformación y aversión generalizada hacia los componentes químicos presentes en la comida, entendiéndose de manera errónea por "componente químico" a lo contrario de natural: una sustancia procesada artificialmente y potencialmente perjudicial para la salud si se encuentra en alimentos, productos de uso tópico o tejidos.
Sin embargo, esta definición está sesgada, ya que hasta el perrito más precioso y adorable está hasta las cejas de química para poder vivir. Se me ocurre comparar la etiqueta de una Coca-Cola, refresco azucarado cafeinado y carbonatado artificial (y opaco, añado) por excelencia, con la de una manzana corriente y moliente.
Los aditivos con sistema de numeración E-XXX, independientemente de su origen (animal, vegetal o sintético), son a priori inocuos para los seres humanos, exceptuando casos de alergias, y para ser aprobados, han tenido que pasar por controles para permitir su uso en alimentación en la Unión Europea. Casos especiales y controvertidos son el uso de antibióticos, nitratos o nitritos en carnes, o el infame potenciador del sabor glutamato monosódico o MSG.
La nomenclatura de los compuestos alimentarios aprobados se unificó bajo este sistema para facilitar su reconocimiento en toda la UE, encuadrándose bajo esta los colorantes (E-100), conservantes (E-200), antioxidantes (E-300), gelificantes, espesantes y estabilizantes (E-400), potenciadores del sabor (E-600) y edulcorantes, recubrimientos y gases, entre otros (E-900).
Para consultar un listado completo de los aditivos alimentarios tipo E, pinche aquí.
Fuentes:Scientia (JMLN): ¿Quimiofobia?…¡y un huevo!Naukas (JMLN): Sin conservantes ni colorantes… ¿por qué no?Quo Transformer (Darío Pescador): Aditivos E que son buenos para tiMi dieta cojea (Aitor Sánchez García): Lo “natural” de la Stevia (Quimifobia del E-960)