La quintaesencia de la atrocidad

Publicado el 19 marzo 2010 por Anveger

   Hoy hablaré de las mayores barbaries cometidas en la historia de la humanidad, muy poco reconocidas pero muy conocidas. Muchas personas saben nada más leer el título de esta entrada a quien me estoy refiriendo: a la hipocresía en acto, a la barbarie, al puro asesinato, a la quintaesencia de la atrocidad, es decir, a la iglesia católica.

   La iglesia católica es la institución que a más personas ha asesinado, incluyendo entre estas personas a grandes genios como Galileo Galilei. La Santa Inquisición, el organismo de la iglesia católica dedicado a asesinar es el que más atrocidades ha cometido en la historia de la humanidad, incluso mucho más que los abominables y denunciados actos de la Alemania Nazi. Los  muertos a manos de dirigentes católicos son tan innumerables como el dinero que han conseguido con sus mentiras.

   La institución que más a retrasado a la humanidad, el organismo más hipócrita, el organismo más mentiroso, es decir, la iglesia católica ha ido perdiendo poder a medida que la humanidad ha ido avanzando, a pesar de las grandes trabas que la iglesia ha puesto al avance. La iglesia, entre innumerables actos, eliminó incluso a sus propios componentes, eliminó a grupos intelectuales como los iluminati, suprimió grandes teorías que hubieran supuesto una gran mejora en la calidad de vida y asesinó a todos los que buscaban encontraban la verdad ya que la verdad contradecía a la mentira, es decir, a sus principios. Pero resulta curioso, que aun la iglesia no haya destruido un libro tan perjudicial para la misma: la Bilia. ¿Por qué es perjudicial? Porque en el mundo actual, en el avanzado, tanta contradicción no cabe. Pondré un ejemplo, “Y así la Virgen María quedó embarazada por obra del Espíritu Santo” Que levante la mano el que crea esta frase… ¿Nadie?

   Por otro lado, aunque no se haya eliminado la Bliblia, si se ha modificado hasta un extremo que podría legar a ser comparado con sus asesinatos. Se ha transgiversado prácticamente toda la información, os daré un dato demoledor: existían tres historias diferentes sobre Jesucristo. Solo conocemos dos historias -la segunda es la aportada por el evangelio secreto de Judas-, nos falta la tercera. Os daré otro segundo dato: existen trece evangelios secretos suprimidos de la Biblia del que solo conocemos el anteriormente citado. ¿Qué contenían esos capítulos para que la iglesia decidiera eliminarlos?

   Los asesinos, los que actuaron a golpe de sangre, los que quemaron en la hoguera, o sea, los miembros de la iglesia católica deberían de ser recordados por sus actos y debería de denunciarse públicamente por todos los estados y sus atrocidades tan encubiertas como desgarradoras deberían ser más comentadas y opinadas en el mundo actual y no pasar del tema. Esto sería de gran ayuda para no olvidar la mayor masacre cometida por “personas”. La iglesia católica, debería morir, perecer de la vergüenza y disolverse, pero al no poseer nada de lo que reclaman: ética, entonces es entendible -pero no respetable- que no lo hagan.

   Los seres humanos poseen muchísimos puntos de vista y opiniones, todas muy respetables. Pero hay excepciones, quien conozca la verdadera historia de la iglesia católica y quien tenga cultura suficiente sabrá las atrocidades que tal institución ha cometido. Estas personas que conocen tal institución y aún siguen siendo fieles a ella yo no las respeto y condeno sus actos desde cualquier lugar que pueda  condenarlos y siempre los condenaré. Las personas ignorantes y que son fieles a tal institución abominable si las respeto ya que no son conscientes de la verdad.

   Además, la iglesia católica quiere enriquecerse bajo cualquier concepto. A veces creo que la persona más atea es el propio Papa, todos los Papas en general. Desde aquí pido a la gente que deje de seguir a una institución que fue y por tanto, es asesina. Que deje de asistir a sermones, ni siquiera los domingos. También quiero pedir que no bauticen ni hagan la comunión ni se casen por una institución asesina ni nada por el estilo.