La Ratonera, de Agatha Christie

Publicado el 25 marzo 2014 por Annagallagher @Anna_Gallagher
Ayer, martes 24 de marzo, fue el día internacional del teatro, así que, aunque llegue un poco tarde, aprovecharé para hablaros de una obra de teatro que fui a ver hace un par de semanas: La Ratonera. La Ratonera es una obra de Agatha Christie que en un inicio se concibió como un relato de radio, aunque más tarde se convirtió en novela corta y, posteriormente, en obra de teatro. En Londres sigue triunfando tras 62 años escenificándose; ahí es nada.
En La Ratonera, Christie nos sitúa en la mansión Monkswell, donde ocho individuos quedarán aislados del mundo a causa de una tormenta de nieve. Uno de ellos es un asesino, ¿pero quién?
Sabía que iba a disfrutar con La Ratonera, lo sabía, pero no me hubiera imaginado que tantísimo. La historia es muy de la Christie: hay misterio por doquier y ocho personajes muy sospechosos todos ellos. Cuando creía que tenía a un sospechoso claro, ocurría algo que me hacía dudar y cambiar de parecer. Y así sucesivamente. Sin embargo, lo que me sorprendió por encima de todo fue la escenografía: el escenario nos muestra lo que parece la estancia principal de la mansión Monkswell, con un ventanal enorme a través del cual se ve caer la nieve (bru-tal); la música y la luz se encargan de ambientar la escena en los momentos clave; y esto, junto a los estudiados movimientos de los actores por el escenario, hacen que la obra cobre un toque oscuro y hasta asfixiante. Lo cierto es que hubo algunos momentos en los que se me pusieron los pelos como escarpias y lo pasé ciertamente mal («mal» en el sentido de ‘oh Dios mío maldita musiquilla de las narices esta noche tendré pesadillas’); y esto, teniendo en cuenta que estaba rodeada por decenas y decenas de personas, lo que no ayuda a crear una escena de tensión, tiene mérito. Mucho mérito.
En definitiva, La Ratonera me pareció más que merecedora de la fama de la que goza. Es una lástima que en Barcelona solo haya estado un mes (aunque si os dais un poco de prisa esta semana aún podréis verla). Me pareció un espectáculo muy bien montado y más que recomendable; además, logró que me entraran muchas muchísimas ganas de leer algo de Agatha Christie. Por suerte, creo que en casa tengo varios libros suyos.
Quería concluir esta entrada con una anécdota sobre esta obra. Aparentemente, Agatha Christie vendió los derechos cinematográficos con una cláusula que especificaba que no se podría llevar al cine mientras La Ratonera se escenificara en teatros. Y ya veis, ¡lleva 62 años y no parece que vaya a dejar de hacerlo en un futuro próximo! Así que de verdad os digo que si tenéis ocasión vayáis a verla. Merece muchísimo la pena.