Sólo queda un asunto pendiente para decidir el destino de Sognum: el juicio de su antiguo amo. Aka Ilión deberá enfrentar a un pueblo iracundo que clama por su sangre. Pero la razón deberá ser la aliada de la justicia, si lo que buscan es un nuevo orden en el que los valientes sean quienes gobiernen.
Mis queridos inmortales. ¿Cómo los trata la cuarentena? Por acá todo bien, todavía sin poder salir y justo he terminado los exámenes, de forma que aquí me tienen, tan pronto como he podido, haciéndoles una reseña que, nuevamente, como muchos de los que me siguen en Instagram saben, es de un libro que lleva meses enteros en mi estante, de hecho, no meses, sino un año entero. Pero no es el tema de momento, mejor, concentrémonos en lo que debemos así que pasemos a la reseña directamente.
Hablaré de la edición de forma rápida en vista de que es muy parecida a la primera parte de esta saga. La portada es hermosa y me gusta que tenga estos detalles de los símbolos que, conforme uno va avanzando en el texto, comprende que se relacionan con la historia. Lo mismo ocurre con el interior y los pequeños guiños que Taibo deja para nosotros de un personaje a otro. Eso sí, encontré un par de errores, sobre todo en lo que a signos de puntuación respecta. En el epílogo aparece una pregunta que no debería llevar signos de interrogación y en el capítulo 20 una coma que no debería aparecer. Pero fuera de eso, el libro es visualmente hermoso.
Un gobernante que se enriquece a costa de los sacrificios de su pueblo, con desdén y prepotencia, no merece nuestra lástima.
Benito Taibo, La razón y la ira. Planeta, Ciudad de México, 2019, p. 36.Ahora hablemos sobre los personajes. He de admitir que me han gustado mucho. Parece ridículo que estos personajes que ya conocemos, mismos que hemos visto viajar a lo largo y ancho de este mundo que el autor nos presenta, me haya gustado de esta forma en la segunda entrega; pero Benito sabe manejar la clave esencial de un buen personaje: la evolución. Todos ellos, desde los protagonistas hasta los secundarios, comienzan a sufrir cambios considerables en su forma de ser, en su manera de ver el mundo y de planear su futuro. Las peripecias que Taibo nos retrató dentro de estas primeras dos entregas los han hecho evolucionar -ya sea para bien o para mal, eso sólo se descubrirá en el final- a tal grado que se disfrutan mucho en todo momento. Personalmente seguirlos fue para mí un placer en toda la extensión de la palabra, más aún porque son personajes humanos y creíbles dentro de toda esta fantasía que supuran los libros en cada página.
Si la justicia no es para todos, no podrá ser para nadie. Esa debería ser la nueva forma de gobernar el mundo.
Ibid, p. 69.
Respecto a la trama, intentaré no dar demasiados spoilers para no echarles a perder el libro pero creo que las aventuras a las que se enfrentan, son realmente interesantes. Sobre el juicio del rey no les diré mucho, sólo que este evento es el pretexto perfecto para juntar a nuestros cuatro grupos de protagonistas y, hasta cierto grado, generar un lazo entre ellos. ¿Quieren saber si matan o no a Aka Ilión? pues tendrán que leer el libro para averiguarlo pero les garantizo que la respuesta a esa pregunta los sorprenderá mucho. Y no sólo eso, sino lo que conlleva, lo que aparecerá como consecuencia de todo lo ocurrido en ese evento, lo mismo que las omisiones que se harán al respecto. Si algo falta dentro de esa escena les recomiendo que le presten atención a ese aspecto también para que completen todo el cuadro.
Yo creo que un juicio justo es lo menos que puede proponer un pueblo que ahora es libre, después de ser esclavo durante tanto tiempo.
Ibid, p. 80.
Ya casi para terminar la reseña, necesito expresar algo que me gustó muchísimo de este libro: la ideología. Como tal, está fuera de lugar afirmar que es la ideología del señor Taibo expresada por medio de sus personajes. No es el caso aunque sin duda se nota un poco de las entrevistas y conversaciones que se pueden encontrar de él en internet. Como sea, a lo queme refiero es a estos guiños que él nos da de esa sociedad antigua, mismos que se pueden transpolar a la sociedad actual. Aparece la liberación de los oprimidos -completamente marxista-; aparece esta idea de justicia, pero justicia real, no sólo "de dientes para afuera" como decimos en mi país. También se notan las situaciones sobre la fe y, en general, Taibo quiere hacer pensar a las personas (sobre todo a las jóvenes, lo que le agradezco como lectora desde lo más profundo de mi ser putrefacto) sobre lo que los rodea. Hay una particularidad que debo mencionar: el leer. Existen capítulos dentro de este libro que parecen dedicados a nosotros los lectores, a los que pretendemos enseñar algo, pero sobre todo a los que intentamos vivir de la literatura. A grandes rasgos diré que se pone a la figura del lector como esta persona importantísima para el progreso de un país. Nos hace ver que entre más ignorantes seamos, mayor será la capacidad que le demos a otros de gobernarnos. Esto, sin lugar a dudas, es lo que más me causó ruido mientras devoraba (lo leí en un día literalmente) este texto.
Todos somos culpables, de una manera u otra. Debemos o nos deben. En este mundo no hay inocentes.
Ibid, p. 108.
Así que aquí lo tienen, una buenísima recomendación de lectura de verano. Es un libro realmente corto, entretenido, con lenguaje técnicamente sencillo (aparecen algunas palabras complicadas que se pueden encontrar en una visita a Google), con personajes conocidos que nos darán maravillosas y nuevas aventuras vistos desde otras perspectivas. Es por esto y mucho más que este libro se lo recomiendo a todos, a secas. A los niños mayores de nueve años que quieran grandes aventuras equiparables a las de los piratas, los vaqueros y otros grupos de gente que lucharon con valentía. Se lo recomiendo a las niñas que quieran historias de amor con heroínas dignas de tener sus propias historias, llenas de mujeres fuertes que se enfrentan a su destino. Y espero que, de alguna manera, todos aquellos que lo hayan leído o que lo vayan a leer, también tengan maravillosas experiencias con este escrito.
Sin duda. Saber puede dar mucho miedo y, sin embargo, no saber es como vivir con una venda en los ojos y con tapones de cera en los oídos.
Ibid, p. 184.
Como siempre, saben que los espero en los comentarios -sin dar demasiados spoilers- y espero que podamos leernos pronto.
Saludos enormes,