Un método de trabajo muy productivo
De este estudio se desprende que, evidentemente, hay distracciones, y que para muchos individuos esta libertad se entiende como un tiempo propio y autogestionable. Eso hace que, sobre el papel, pueda parecernos poco rentable e incluso una pérdida de tiempo, pero eso no es más que una visión parcial.Otro estudio publicado este mismo mes desde la Universidad de Stanford nos puede servir para complementar la visión con una mayor perspectiva. En el mismo se ha medido la productividad de empleados de una misma empresa en la que la mitad trabaja desde su domicilio, y la otra mitad lo hace presencialmente.Los datos son curiosos. Aunque los empleados que desempeñan su actividad en la sede de la empresa no tienen oficialmente distracciones como las anteriormente mencionadas, los datos objetivos nos muestran que son mucho menos productivos que sus compañeros que trabajan desde casa. Por ese motivo, se puede pensar que si la persona que tele-trabaja hace su tarea de una forma eficiente, no es un punto crítico si además aprovecha para dormirse una siesta, por mucho que ésta pueda transcurrir en plena jornada laboral.
Malgastar tiempo en la oficina, algo habitual
Cada vez se trata más de ser productivo, no de dedicar horas muertas a una tarea, cuando probablemente no se está poniendo todos los sentidos en ella. Millones de empleados en todo el mundo malgastan tiempo inútil en la máquina de café o en la pantalla del ordenador, aparentando hacer algo, cuando en realidad lo que trascurre es un tiempo inútil e improductivo.El teletrabajo no se puede medir y controlar con criterios tradicionales, debe ser medido en resultados finales y eficiencia. La productividad manda, y tras ella podemos tender a acomodar nuestro trabajo a nuestra vida y no al revés, nuestra vida a nuestro trabajo, como ocurre en situaciones tradicionales que se miden por una dedicación horaria fija, y no por resultados concretos.Es, además, evidente es que los empleados son más fáciles de retener y fidelizar si se les da libertad, y en ese punto el tele-trabajo puede ser considerado como un aliciente. Aprovechar esa libertad para hacer otras cosas personales no debe sorprendernos, y debemos esperarlo. Por ese motivo se han de medir exclusivamente resultados de manera objetiva, permitiendo a las personas responsables una autonomía total si ésta les ayuda a cumplir los objetivos marcados.Diversos estudios determinan que en la actualidad más del 50% de los empleadores se opondrían a ofrecer la posibilidad de trabajar a distancia a sus equipos. Cuando eso cambie es posible que la productividad aumente, y lo haga en sintonía con la calidad de vida, permitiendo una mejor conciliación de la vida personal y familiar.La tecnología en las últimas décadas ha dejado de ser un impedimento para ello. Aprovechémoslo.Autor Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña