A uno le reconcilia con la vida saber que existen personas como Paco Catalán (y su compañera Concia, bellos y hermosos seres humanos que forman una dualidad magnífica. Aunque hoy toca hablar de él). Dedicado a crear, a regalarnos belleza, sentimientos y sensaciones a través de su pintura, Paco es un artista excepcional. Y no sólo por su magnífica obra, sino, sobre todo, por su magnífica personalidad. A su lado, es hasta reconfortante sentirse pequeño sabiendo que él (ellos) brinda su amistad, su trabajo y su mano con una sincera generosidad. Somos afortunados quienes podemos acercarnos a él (ellos) con la naturalidad que ofrece el compartir el amor por el arte y la poesía.Paco ha acumulado exposiciones, premios y parabienes a lo largo de los años que le han colocado entre los grandes de la creatividad de estas tierras. Pero todo ello sólo son complementos al verdadero valor que, sin pudor (afortunadamente), exhibe: su inmensa alma de artista en un cuerpo de hombre humilde. Éste, estoy seguro, es el motivo que movió al gran amigo Sergio Mendoza a realizar "La realidad imaginada", un cortometraje que aborda su vida y obra como un sentido homenaje de admiración, al que yo me sumo. .El próximo 15 de marzo se estrenará en la Casa de Cultura. Allí estaremos.