Percibiría la debilidad de la corona y decidió arriesgarse (a su edad no tenía mucho que perder) convocando a los nobles (terratenientes godos) y al «pueblo» (seguramente los habitantes godos de la zona).
Se hizo proclamar rey, a pesar de no obtener la aprobación de su acción por los obispos. El lugar de la reunión fue Pampalica, que se cree que es Pampliega, cerca de Burgos, antes que Pamplona.
Tras estos hechos difieren los historiadores en lo sucedido, pues se hace preciso apoyarse en fuentes poco seguras:
Antes de entrar en el monasterio, se había casado y tenido descendencia:
Giscila, casada con Bera II, Conde de Razes, quienes tuvieron una hija. Ariberga, casada y madre de Égica.
Wamba.
Pero apoyándose en San Ildefonso, la situación es distinta. La rebelión de Chindasvinto obtuvo cierto apoyo entre la nobleza, pero al no contar con la adhesión del clero no triunfó. Tulga conservó el trono y Chindasvinto fue considerado un rebelde, hasta que la oportuna muerte del rey, a causa de una enfermedad, permitió el reconocimiento del aspirante por los magnates y el clero.
Fuente: wikipedia