La rebelión de Chindasvinto

Por Pablet
Chindasvinto era ya anciano, de 79 años de edad aproximadamente, cuando inició su rebelión. Debía ostentar algún mando militar o cargo importante en la zona fronteriza con los vascones, que dominaban las estribaciones del Pirineo occidental. 
Percibiría la debilidad de la corona y decidió arriesgarse (a su edad no tenía mucho que perder) convocando a los nobles (terratenientes godos) y al «pueblo» (seguramente los habitantes godos de la zona). 
Se hizo proclamar rey, a pesar de no obtener la aprobación de su acción por los obispos. El lugar de la reunión fue Pampalica, que se cree que es Pampliega, cerca de Burgos, antes que Pamplona.
Tras estos hechos difieren los historiadores en lo sucedido, pues se hace preciso apoyarse en fuentes poco seguras:
Los que se apoyan en Sigiberto Glembacense creen que el rebelde, fuerte por el apoyo recibido y con la adhesión de otros nobles, se presentó en Toledo, depuso a Tulga y lo hizo tonsurar,en fecha cercana al 16 de abril de 642, incapacitándolo para reinar según lo establecido por los cánones conciliares. La suerte posterior de Tulga, en tal caso, no es conocida, si bien durante algún tiempo permanecería en un monasterio como monje.
Antes de entrar en el monasterio, se había casado y tenido descendencia:
Giscila, casada con Bera II, Conde de Razes, quienes tuvieron una hija. Ariberga, casada y madre de Égica.
Wamba.
Pero apoyándose en San Ildefonso, la situación es distinta. La rebelión de Chindasvinto obtuvo cierto apoyo entre la nobleza, pero al no contar con la adhesión del clero no triunfó. Tulga conservó el trono y Chindasvinto fue considerado un rebelde, hasta que la oportuna muerte del rey, a causa de una enfermedad, permitió el reconocimiento del aspirante por los magnates y el clero.
Fuente: wikipedia