En el 2009 tras haber sufrido un revés en las legislativas, el gobierno de Cristina Wilhelm de Kirchner necesitaba retomar la iniciativa por lo que envía un proyecto de ley a la Cámara de Diputados y con el apoyo en el congreso logra obtener la sanción de una nueva ley de medios que evidentemente iba en contra del famoso grupo y que lo desnudaba frente a la sociedad como el mas grande monopolio concertado de la comunicación: EL grupo Clarín - Cablevisión. Esta norma venia a reemplazar la ley de Radiodifusión 22.285 que había sido promulgada en 1980 por la última dictadura militar y que se había mantenido vigente hasta entonces. A diferencia de esa debilidad típica de los gobiernos radicales que siempre los caracterizo de “blandos” y con tal de no parecérseles en sus formas, los Kirchner han defendido a capa y espada esta nueva ley desde su promulgación saliendo con los tapones de punta contra todo aquel que se atrevió a cuestionar una sola coma puesta en sus enunciados. Así fue que en esta guerra de guerrillas que comenzó con los cuestionamientos de los artículos 45 y 161 por parte del multimedios tildándolos de inconstitucionales, se ha venido produciendo una catarata de ataques entre el gobierno y el grupo empresario, que pone en evidencia la disputa de un enorme espacio de poder donde dos grandes amigos peleados a muerte exponen sus mas grandes miserias frente a una sociedad que los observa como en un partido de tenis, a ver quien “quiebra primero” y marca match point en esta pelea.
Mientras tanto el despertar de conciencias anunciado por los Mayas a partir de la llegada del 2012, pone en perspectiva una serie de cambios espirituales en las personas donde emergen hacia la luz los profundos claustros metafísicos de sus mentes, los cuales permanecieron dormidos por milenios y que a través del tiempo han ido evolucionado, hasta alcanzar hoy un grado de comprensión tal que les permita procesar mucha información en un abrir y cerrar de ojos. Esa avalancha informática que proviene de todo tipo de aparato o instrumento tecnológico, llámese teléfonos celulares, computadoras, televisores en formatos Led, y cuyos canales de transmisión se han convertido en verdaderas “estrellas” de la comunicación digital -nada menos que las redes sociales-, han provocado tremendos cambios culturales en sociedades tan estructuradas como Egipto, y tan liberales como España, Italia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Nuestro país no fue ajeno al “contagio” de esa ola de manifestaciones, y la prueba de ello la han dado las recientes marchas que comenzaron muy tímidamente en Mayo y Junio de este año, potenciándose a partir de Septiembre, luego Noviembre y llegando a este mes de Diciembre con una agenda de movimientos en la sociedad pocas veces vista en la historia de nuestro país...Llegamos así al tan deseado 6-D cuya principal necesidad de la ciudadanía de volver a salir a las calles no pasa por la defensa especifica de una empresa monopòlica por su concentración de medios audio visuales, sino porque ese mismo grupo empresario que en otros tiempos le fuera funcional a este gobierno solo porque los unía cuestiones de intereses y negocios, se ha cruzado a la vereda de enfrente transformándose en el único medio critico para la sociedad que no responde a la dialéctica oficialista y mucho menos a su mentira monocorde, donde el “programa” habitual de Alo Presidenta –versión argentina- que va por cadena nacional, nos brinda el relato de un país perfecto, día por medio, a las siete de la tarde. A esa manera de desinformar y de esconder la realidad, la gente le dice basta; "no queremos que nos cuarteen la opción de elegir, de opinar y de expresarnos con libertad". A pesar de esta nueva convocatoria, en estas ultimas semanas algunos sectores sociales expresaron la duda de si seguir o no manifestándose en las calles; de ser o no ser mas protagonistas de marchas que hasta ahora, si bien marcaron un quiebre del silencio temeroso que mantenía la sociedad frente a un gobierno que se llevaba y lleva todo y a todos puestos, no ha logrado producir hasta hoy el cambio profundo deseado que de señales de que pronto comenzaremos a desandar los caminos del odio y resentimiento.
Fue así que algunasusinasdeloficialismointentaron desalentar la marcha prevista para este 6-D enviando mensajes confusos en las redes para tratar de desarticular la convocatoria convirtiéndola en algo volátil, sinconsistenciao efectividad. Pero al tiempo de conocerse la confirmación del fallo dela Camara Federaldela Seguridad Socialrechazando un pedido derecusacionsin causa formulado porla ANSEScontra el juez Luis Rene Herrero, elresurgimientodela Corte Supremaatravesde estaaccionvolvió a reinstalar la esperanza de que temas tan sensibles como los juicios de los jubilados, vuelvan a estar en la agenda judicial como casos de extrema importancia,impostergables, mandatorios y de resolución inmediata. Esta actitud dela Corteha puesto de pie a una sociedad que decidida a dar su apoyo incondicional este 6 de diciembre frente a los Tribunales, volverá a reclamar por sus derechos además de la necesidad de que alguien en el país de un vez por todas imparta justicia en cuestiones cotidianas que tienen como protagonista principal al ciudadano de a pie quien viene padeciendo la desidiainstitucionalde un gobiernocompletamenteinsensible y ajeno a sus necesidades “normales”, que en cualquier país normal, no debería servictimade ello. La demanda de un giro de 180º que el pueblo argentino viene pidiendo a partir del 13-S, no puede demorarse más. La sed de justicia si no es atendida a tiempo, puede transformarse en sed de venganza llevando a muchos por ladesesperación, a cometer actos de justicia por mano propia.
En cambio si el poder judicial esta dispuesto a cruzar la frontera que separa a gran parte de la sociedad del gobierno tendiendo un puente entre ambos revelándose con sus fallos contra la impunidad visceral que ha permanecido intacta durante los años del kircherismo-cristinismo, seguro encontrara a un pueblo dispuesto a acompañarlo con cada acto de justicia que imparta. Ante esta situación, no se descarta que el gobierno preso en la desesperación por querer imponer su capricho de dominio y venganza, ejecute de hecho la ley de medios y recurra a métodos de violencia para adueñarse de las instalaciones de Cablevisión, apoyándose en las milicias “armadas” civiles de Milagros Salas, que curiosamente fueron invitadas a participar del festival de la cultura para este domingo 9 de diciembre. Se cree que habría también posibles salidas transitorias del “batallón militante” que acompañe a estos grupos como refuerzos ante posibles enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que evidentemente serian solicitadas por el grupo empresario, a través de una orden judicial, asistiéndole el derecho de custodia y preservación de las instalaciones.
Estamos a horas de presenciar varios escenarios muy complicados y de suma tensión, porque detrás de ellos están en juego muchos intereses que pueden generar un vuelco definitivo hacia un lado u otro. El día previo al 7-D amaneció nublado y amenazante de lluvia para la jornada. Se percibe cierto alivio en la Rosada ante la posibilidad que la condición climática se prolongue y termine haciendo mella en el espíritu popular desalentando otra nueva convocatoria que mal le haría a la imagen de Cristina. Una presidente que ya no puede disimular el nerviosismo ante un posible fracaso rotundo si llegara a perder en esta guerra de egos insaciables por imponer una forma de gobierno que va en contra mano del mundo y del estilo de vida de los argentinos. Solo Dios sabrá al final de la semana como sigue esta historia, la que ha empujado tanto a la sociedad como al gobierno a transitar caminos diferentes y de difícil retorno.