Al igual que sus predecesores, el título aquí reseñado apuesta al juego dramático en tanto herramienta didáctica en el horario lectivo. En otras palabras, invita a recrear la aventura que seis chicos autodenominados “los últimos de la clase” emprenden para rescatar a su profesor de matemáticas (disciplina detestada si las hay).
Marcos, Róber, Chema, Omar, Sara y Silvia encarnan a distintos prototipos de alumno con los que los niños suelen identificarse. De la Fuente Arjona parece conocer muy bien el universo escolar, el sentido del humor infantil y la atracción que las historias tradicionales (la de Alicia, por ejemplo) y artistas de carne y hueso (Mozart, Dalí) ejercen en nuestros hijos.
Los maestros que decidan montar la obra podrán aprovecharla para trabajar con ejercicios que en la ficción son “enigmas” y cuya resolución hace avanzar el relato. En ese caso, los alumnos aplicarán de manera lúdica sus conocimientos de aritmética, geometría, álgebra, y de paso pondrán a prueba su veta artística (en términos de actuación o de producción teatral).
En caso de resistirse a la representación dramática, los docentes podrán apelar a la lectura en voz alta. Las ilustraciones de Juan Manuel García Álvarez ayudarán a imaginar personajes y escenas, a la vez que graficarán los ejercicios-enigmas para su mejor comprensión.
La rebelión de los números llegó a nuestras manos por gentileza del autor, y a doce días del inicio de clases en la Argentina. A lo mejor este contacto directo y un contexto oportuno ayuden a la difusión rioplatense de una novedosa y refrescante convivencia entre escuelas, libros y teatro.