La red de británicos que espiaron para Hitler

Publicado el 04 marzo 2014 por Grisom_es @JuanjoOrtizCruz
Recientemente el National Archives de Londres ha hecho públicos un buen número de informes del MI5 (servicios secretos británicos) donde se detalla cómo fue creada una amplia red de espionaje nazi que el MI5 logró desmantelar con sus propios infiltrados.
Entre los cientos de espías, simpatizantes del nacionalsocialismo y acerrimos antisemitas, se encontraban personas insospechadas, como varios ingenieros, un astrólogo y hasta un sacerdote católico. Estos agentes debían recabar información vital con el fin de preparar los planes de invasión del Reino Unido, aunque jamás se logró llevar adelante.

Reunión de la Unión Británica de Fascistas en Londres en julio de 1939 

La red estaba dirigida por seis británicos y Marita Perigoe, una mujer sueco-alemana, aunque en realidad, quien controlaba la red era un agente del MI5, conocido como "Jack King", que había penetrado los círculos fascistas de Gran Bretaña e hizo creer a sus reclutas que era un oficial de la Gestapo. Entre los reclutas se encontraban antiguos miembros de la Unión Británica de Fascistas de Oswald Mosley que creían que su movimiento no era lo suficientemente duro. Los agentes no sabían que en lugar de trabajar para la Gestapo fueron agentes involuntarios de MI5, engañados mediante uno de los más audaces, y hasta ahora desconocidos, engaños de la Segunda Guerra Mundial.

Oswald Mosley en un mitin en septiembre de 1936

King logró infiltrarse en la red a través de Siemens Schuckert, la filial del gigante industrial alemán, que se creía el punto principal del espionaje nazi en Gran Bretaña durante los años 1930.
Haciéndose pasar por un empleado descontento, se puso en contacto con la hermana de otro trabajador de Siemens, a través de un "club de correspondencia" donde ella vertió opiniones claramente antisemitas, e incluso llegó a decir que izaría la bandera nazi en su casa para dirigir a las tropas de invasión. En el intercambio de correspondencia King le confesó que era un agente de la Gestapo para elaborar listas de simpatizantes nazis que podrían ser llamados al servicio del III Reich en caso de una invasión a Gran Bretaña. La muchacha comenzó a dar los nombres de algunos simpatizantes nazis de su círculo de conocidos entre los que habia varios miembro radicales de la Unión Británica de Fascistas con los que King entro en contacto y organizó la red falsa de agentes nazis.
Los datos revelados rompen la creencia de que Gran Bretaña era prácticamente impermeable a la filosofía nazi, durante la Segunda Guerra Mundial.

John Bingham

El agente conocido como "Jack King" era en realidad John Bingham, uno de los agentes británicos más importantes de la guerra y compañero del escritor John Le Carré, al que sirvió de inspiración para crear a George Smiley, el protagonista de sus novelas.
Fuente:
Independent
Independent
El País

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