A Pinilla lo busca el periodismo deportivo y el de farándula, a Pinilla se le odia o se le quiere, fervor o escozor, no hay medias tintas en este punto.
¿Y quien cresta es Mauricio Pinilla? El que escribe dará su parecer y su juicio a este respecto:
Oriundo de San Miguel, nieto de italianos (ergo, posee el deseado pasaporte comunitario), jugador nacido y criado en las divisiones inferiores de Universidad de Chile (club de mis amores), y a mi parecer el centrodelantero mas completo que ha salido de la U desde Marcelo Salas, (y según los viejos hinchas era el “nuevo Sandrino Castec)”; poseedor de un gran olfato goleador así como una gran potencia física y habilidad – combinación extraña para el medio local donde el que mide mas de de 1.70 m. suele ser “tronco” -, dueño de un soberbio remate de distancia y un excelente cabezazo.
Aparte de todo lo anterior, también destacó – y para mal – desde su debut por una personalidad bastante “extravertida”, soberbia y avasalladora, bastante amiga de las cámaras, los flashes, las luces, las minas, el copete, la juerga, etc.
Fue muy joven seleccionado nacional adulto convocado por Juvenal “perro verde” Olmos en una época bastante opaca de La Roja – Peter Veneno se retiraba y el “Matador” Salas luchaba contra las lesiones – debido a a su evidente talento y a la coyuntura de escasez de goleadores. Por la roja nunca arrugó, convirtiendo goles y desnivelando en los partidos que participó (Perú, Venezuela). Sin embargo, sus convocatorias prontamente empezaron a ser cada vez mas esporádicas para luego terminar por completo.
Como no rindió, fue transferido al Celta de Vigo, con los gallegos tuvo un aceptable rendimiento, pudiendo jugar la Champions League, pero no logró la continuidad para consolidarse y además terminó descendiendo junto con su equipo.
Se estaba convirtiendo de “jugador promesa” en un “cacho” por lo que el Inter vendió la mitad de su pase al Sporting de Portugal por € 1.500.000, allí obtuvo cierta regularidad, de hecho, aún se le recuerda por anotar un golazo en la victoria en la Semifinal de Ida de la Copa de la UEFA 2004-05 frente al AZ Alkmaar de Holanda.
Sin embargo una lesión le hizo bajar ostensiblemente su rendimiento, por lo que el 2006 se va a prestamo al Racing de Santander donde en 13 partidos sólo marcó un gol, que fue de penal para mas remate. Todo un fiasco.
El 2006 cedió sus derechos federativos al Heart of Midlothian de la ciudad escocesa de Edimburgo, que si bien es un club tradicional de ese país (protestante), no es uno de los dos “grandes” (sería una especie de “Unión Española” escocesa). En el mentado club jugó 5 encuentros, tres de liga escocesa y dos europeos,
De regreso en el viejo continente, específicamente a las islas británicas y al Heart of Midlothian en el cual permanece hasta el 2008 luego de que no aguantara que el club le ofertase un sueldo base, más comisión por partido jugado, además de la obligación de contar – para evitar actos de indisciplina – con un tutor que lo vigilara 24/7 tanto en su alimentación como su comportamiento.
Cruzó el charco y tuvo un tristísimo paso por el Vasco da Gama, con los cariocas anotó solo 2 goles y los dos de penal y descendió a 2ª división
Llego a jugar en el Apollon Limassol un equipo de la primera división de Chipre, anotando un gol en su debut. Sin embargo, después perdió continuidad por sus lesiones y mal rendimiento, siendo finalmente desechado por el club isleño, volviendo al país con el rabo entre las piernas.
El retiro estaba a la vuelta de la esquina y el balance rayando en lo patético: 9 clubes y menos de 20 goles en 6 años –promedio de 3 y algo por temporada, y la mitad de penal; de “Pinigol” pasó a ser “Pinigel” y de ahí a “Piniron“, las fases de la decadencia de Pinilla.
Entrenando aquí en Chile creo que se comenzó a gestar el “cambio de chip” de Pinilla; claro, habiéndose farreado el “primer tiempo” y el “entretiempo” de su carrera profesional como futbolista en la K-Masú, las bataclanas, el gel y otras cosas claramente accesorias y jugando el “segundo tiempo” sin club, desechado por un club intrascendente de una liga ídem en un país de mierda complicado (Chipre vive en una constante tensión política interna desde 1974 donde el tercio norte de la isla fue ocupado por Turquía, instaurando la República Turca del Norte de Chipre) y además con una familia que alimentar da para “sentar cabeza”.
¿Será esta la redención de Pinilla? Por su bien, el de su familia y el del fútbol chileno, espero que así sea.
The Cure – “Boys don’t cry“